Sin atajos

  • Pablo Rangel Sarrelangue

En diversos medios de comunicación no oficiales se dio a conocer la rotación de treinta jueces  en el Poder judicial del estado,  rotación que ciertamente tomo por sorpresa a quienes ya se sentían inamovibles en sus respectivas adscripciones, algunos según sus propias manifestaciones por los lazos colaboracionistas que habían tenido para con la Procuraduría General de Justicia y otros más por los  llamados padrinazgos.

La referida rotación, necesaria desde luego, como así lo había expuesto en anteriores líneas este columnista, representa una clara muestra de control y poder sobre jueces que mantenían una verdadera anarquía al seno de sus juzgados, mostrando   desatención en la función que les fue encomendada, ello aun cuando reticentemente hay quienes manifiestan que su cambio obedece al hecho de haberse opuesto a seguir ciertas directrices. El foro de abogados postulantes recibió en su mayoría con beneplácito los movimientos implementados en el Tribunal Superior de Justicia, sin embargo, se pronuncian por que esta rotación alcance a secretarios y proyectistas de los juzgados, desde luego dejando atrás el manipulado intercambio de secretarios que habitualmente realizaban jueces aparentando supuestas permutas. Los secretarios y diligenciarios de juzgados son coloquialmente hablando la ventana del Poder Judicial, pues tienen estos el verdadero y directo trato con una sociedad ávida de justicia, por ende,  dichos servidores públicos son los que generan la medición de la opinión que la ciudadanía tiene con el tercer poder, representando  el trato de respeto y atención esmerada aspectos claves que debe considerar el TSJ en sus empleados. Prevalece el letargo en la administración de justicia, sin que sea una excusa las excesivas cargas de trabajo pues quien asume tan encomiable labor prestos debe estar actuar de manera diligente en lo que les corresponde hacer y desde luego bien ya que por  aquello devengan un salario. Aun cuando la rotación de jueces es muestra clara de que  en el Tribunal Superior de Justicia no se ha cumplido con la especialización por materia de jueces, corresponde precisamente a los abogados postulantes continuar pugnando por esta imperante necesidad,  es decir, el abogado litigante debe de  hacerse escuchar con verdadero valor cívico frente a la negligencia, impericia y actitud tendenciosa del juzgador, ello como ya viene aconteciendo en las redes sociales, dentro de la que destaca por  su reciente formación la organización  denominada “Lideres abogados”. Centramos pues estas líneas en destacar que la rotación de jueces del fuero común no es producto de la casualidad, se trata de una medida necesaria que era seriamente reclamada desde hacía mucho tiempo y que no debe concluir como un simple paliativo al desquebrajado esquema de justicia en la entidad ya que en este sentido continuamos insistiendo en la  necesidad de profesionalizar a los juzgadores haciendo entender a estos que se sitúan en el justo medio de la balanza y que es a partir de este lugar desde donde deben provenir sus fallos y no como aun acontece con algunos juzgadores que en materia civil resuelven juicios en “renombrados” despachos de abogados postulantes que se han enriquecido al amparo de doblegar la justicia por la vía de “millonarias acciones o excepciones”. De interés social resulta también que el sistema de turno de los asuntos de carácter civil sea revisado detenidamente considerando que desde este lugar se permite a ciertos jueces de la capital manipular asuntos para que los recursos que ante ellos se interponen se ubiquen para su análisis revisor con dos magistrados que con su actuar deshonesto se están situando, según lo dicho por litigantes en la cercanía total de la denuncia penal, como aconteció de manera reciente con el juez séptimo de lo civil en otro momento director de la Policía Judicial quien tendrá que libar batalla legal en el boulevard cinco de mayo y la treinta y una oriente.

                                                                           Jurídico_rangel@hotmail.com

 

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Pablo Rangel Sarrelangue

Abogado por la Benemerita Universidad Autonoma de Puebla, Maestro en Derecho Penal por la Universidad Autonoma de Tlaxcala, Ex-Secretario de Juzgado de  Distrito de Tribunal Colegiado y Tribunal Unitario en el Poder Judicial de la Federacion