Almas gemelas y grandes amores… ¿Existen?

  • Carlos Vázquez Parra
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Cuantas veces vamos por la vida encontrando una y otra vez este juego de palabras… “almas-gemelas”, pareciendo que es una noción tan usual y tan cotidiana que todos supiéramos a que nos referimos. En cualquier boda se habla de almas gemelas e incluso los hijos se consideran fruto de un “gran amor”, sin embargo, ¿Existen realmente las almas gemelas?, ¿Cuántos grandes amores nos corresponden a cada uno de nosotros? Y ¿Si dejamos pasar el alma gemela, acaso estamos condenados a una mediocre e infeliz vida amorosa?

Desde “El Banquete” de Platón, las personas hemos estado buscando a ese otro individuo, que como bien dice este filósofo griego, nos complemente, pues en este sentido, el hombre y la mujer van recorriendo el sendero de la vida como entes incompletos, quienes difícilmente pueden alcanzar la felicidad sin una pareja. Si a este antiguo pensamiento le sumamos la mentalidad moderna, nutrida por la mercadotecnia y la moda, resulta que el estar solo es casi un pecado, pues la realización personal, desde este punto de vista, solo se alcanza en pareja.

Esta retorcida idea de las almas gemelas, tiende a desencadenar muchas actitudes irracionales que modelan la forma en que nos relacionamos con otros. Así, conforme crecemos, vamos acumulando en nuestros haberes un cierto número de relaciones que van desde aquellas con las que compartimos mucho tiempo, hasta aquellos que simplemente pasan cual estrella fugaz, desapareciendo sin dejar rastro. Sea como sea, estas personas son veredas en las que nosotros anduvimos, y aunque ninguno de estos llegue a ser nuestro verdadero y último camino, nos permitieron avanzar en la búsqueda del “verdadero amor”.

En la actualidad es difícil creer en todo este tema, pues han aumentado tanto los índices de divorcios y la banalidad se encuentra tan relacionada con las parejas contemporáneas, que pensar en un noviazgo moderno como la posible cúspide de la búsqueda del alma gemela parece ser una aseveración tanto fantasiosa como arriesgada. Lamentablemente, entre más pasa el tiempo,  la idea de un “felices para siempre” nos suena cada vez más utópica y parece ser que las relaciones sólo nos ayudan a no estar solos y no necesariamente a encontrarnos con aquel ente que nos complemente.

Por otro lado, deberíamos preguntarnos, ¿Hay más de un alma gemela? Y ¿Qué pasa si dejamos ir a nuestra alma gemela?

Más allá de las relaciones, se dice que un alma gemela es aquel ser que comparte con nosotros un sentimiento de pura y/o natural afinidad, cuestión que no solo se relaciona con el amor y el romance, sino que también se apega a aspectos espirituales que van más allá de las características físicas del individuo. Sin embargo, aunque esta noción de “almas gemelas”, parece ser una idea muy romántica, puede ser muy poco indulgente con el proceso de la búsqueda del amor, pues al decirse que hay una sola alma gemela, el resto de nuestras anteriores relaciones se convierten simplemente en un fallido juego de prueba y error.

En mi humilde opinión, cualquier persona puede llegar a ser un gran amor y nuestra alma gemela, siempre y cuando se dé un proceso de convivencia y conocimiento adecuado, pues gran parte de las semejanzas entre los individuos se construyen día con día.

Aunque claro, siempre es importante que la búsqueda inicial sea lo más racional y óptima posible. No se trata de iniciar una relación con cualquier persona, pero tampoco estar esperando encontrar a un individuo que parezca haber sido esculpido única y exclusivamente para nuestro goce personal.

Hablar de “medias naranjas”, “grandes amores” y de “almas gemelas”  es tan complejo como hablar de política o religión, pues sea cual sea nuestra perspectiva siempre terminaremos hiriendo susceptibilidades, pues puede uno caer fácilmente en la fantasía o bien, pecar con la crudeza de la fría y poco romántica realidad.

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Carlos Vázquez Parra

Es Doctor en Estudios Humanísticos, así como Maestro en Educación y Licenciado en Psicología y Derecho. Cuenta con variados artículos académicos, así como ha participado en múltiples congresos a nivel nacional e internacional. Es autor de cinco libros originales que versan sobre temas como la elección racional, la búsqueda del amor y la modificación de las creencias. Actualmente trabaja en su sexto libro y labora como profesor investigador del área de ética del Tecnológico de Monterrey.