La generación de don Máximo…

  • Juan de Dios Andrade
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La alusión hecha por don Máximo durante su mensaje del Tercer Informe de Gobierno, hacia la toma de protesta de su abuelo como gobernador, indica el peso de su apellido y nos arroja una luz muy interesante sobre la perspectiva política que le anima. Estando en el Auditorio de la Reforma, don Máximo dijo: “El 1 de febrero de 1969, en este mismo recinto, rindió protesta como gobernador de Puebla mi abuelo, el general Rafael Moreno Valle, que nos honra con su presencia. Por ello, inspirado en el legado de las generaciones que nos antecedieron, he trabajado por el bienestar de los poblanos y el desarrollo del Estado”…

Como todos sabemos, su abuelo llegó a la gubernatura como candidato del PRI y don Máximo lo hizo como militante del PAN y cabeza de una alianza partidista que derrotó al PRI. Al tratarse de contextos distintos, la trayectoria de don Máximo debe entenderse como un proyecto “transpartidista” que no implica ruptura con el pasado, aunque se reformule en un escenario político de otro cuño. Sus palabras fueron claras y directas: “inspirado en el legado de las generaciones que nos antecedieron”. Así como nos dice que pertenece a una familia que ha dejado su impronta en el poder, la enumeración de sus obras y logros nos muestra que parte de la continuidad generacional, aunque no dentro del mismo partido…

Guardando las diferencias, lo curioso es que su enfoque se asemeja a lo ocurrido cien años atrás, cuando comenzaron a registrarse las críticas al interior de los grupos liberales. Las nuevas generaciones expresaron su desacuerdo porque decían que el liberalismo de procedencia decimonónica no había cumplido sus promesas y que en lugar de progreso y libertad, lo que había era miseria  y esclavitud mediante tiendas de raya y deudas que se heredaban…

Ese desacuerdo derivó en ruptura, pero mientras aquella generación tomó las armas, don Máximo juega en el escenario del siglo XXI y parece dispuesto a demostrar que sabe cómo hacer bien las cosas y que su otrora partido, mediante el cual su abuelo llegó a la gubernatura, falló al incumplir las promesas hechas a la ciudadanía en Puebla…

“La confrontación de dos generaciones…”

Si consideramos que el discurso de Enrique Peña Nieto en 2012 giró en torno a una democracia efectiva y de resultados, será fácil entender que presenciamos una lucha entre dos generaciones que van en pos de los logros que pudiesen alcanzar: Peña Nieto desde el PRI y don Máximo desde el eje transpartidista que ha venido construyendo. Al margen de cuál sea el resultado, lo cierto es que, de entrada, la estrategia de alianzas partidistas otorga al poblano una ventaja mayor. No se trata de una lucha a muerte o mediante las armas, como la de 1910, sino otra apoyada en la eficacia y la eficiencia. Por eso es que don Máximo se dio el lujo de decir: “Puebla es nuestra casa y debe ser nuestra causa compartida”…

De distintos modos, don Máximo pasa de la estrategia de la “pegatina” a la invitación a una carrera parejera rumbo al 2018 no entre él y el Presidente, sino entre el proyecto del de Puebla y la viabilidad del que encabeza el mexiquense. En 2018, Peña Nieto no estará en las boletas electorales, pero sí el que resulte agraciado en el PRI, sea Luis Videgaray u otro. Don Máximo desea llegar al momento decisivo habiendo derrotado de antemano al Presidente para que le sea más fácil ganarle al candidato…

“El futuro de una generación…”

Cuando se fundó el PAN, Gómez Morín convocó a vasconcelistas, a estudiantes y maestros, a zapatistas que participaron en la Guerra Cristera, a empresarios, a católicos tradicionales y a liberales moderados. El PAN es hoy una realidad que se torna cada vez más plural y compleja, pero mientras Gómez Morín logró cohesionar al naciente panismo en torno a un proyecto, en pleno siglo XXI prevalecen los desacuerdos y los conflictos frente a los consensos. Esto es lo que da la impresión de ausencia de proyecto y aquí sólo hay dos posibilidades: o la lucha interna por el poder lo opaca o de plano no existe porque se ha descarrilado quedando de lado. Un partido no debe darse el lujo de que, tanto en el ámbito nacional como en el local, se posicione más la trifulca que la visión de futuro…

En política nada está escrito, pero los expertos han calculado que toda generación tiene en su vida útil un “piso” que oscila entre 12 y 15 años, con un “techo” que va de los 18 a los 20. Si recordamos lo que tratamos en la entrega anterior, veremos que la generación que encabeza don Máximo dista mucho de tener la cohesión interna que requiere un proyecto presidencial. De un lado está el eje Micalco-Pablo Rodríguez que se confronta por el control del PAN con la alianza Eukid-Gordillo, con los “mensajes” que van y vienen “de un rancho a otro”. En la Legislatura actual, el vector Eukid-Aguilar Chedraui mantiene el control frente a la dupla anterior, en cuyo escenario se suma la relevancia que está adquiriendo Franco que ya se enfila como aglutinador del panismo tradicional y sopesa afiliarse al partido. Por fuera Toni Gali está a punto de entrar de lleno como líder de un proyecto alterno…

La decisión de Fernando Manzanilla está generando secuelas que no ponen en riesgo el sistema de poder de don Máximo, pero sí constituye un cuestionamiento frontal.

Los síntomas indican que el mero mero valora la mejor vía para resolver la situación al menor costo posible: la entrada de Eukid Castañón al Congreso le abriría un boquete en el gabinete y cierta tensión legislativa al contar de facto con dos cabezas; el camino de la alianza partidista abriría la puerta a la ruta de las impugnaciones y la vertiente panista le conduciría a una negociación con el Yunque sobre el trienio del alcalde Rivera y la pluri de Mondragón. Pese a ello, este lunes no es la fecha fatal, pues la opción del suplente le otorga 5 días más y luego sigue la instancia del IEE…

El escenario local y nacional anticipa que la estrategia de los adversarios de don Máximo, incluyendo al Presidente, será atomizadora y centrífuga. Ya se está sintiendo así y de tardarse más en lograr la armonía y unidad estratégica del proyecto, los efectos podrían ser de mayor alcance. La intención no está únicamente en función de la Presidencia en 2018, sino en desarticular su base de poder local. Perder en 2018 no implica para el poblano de facto lo mismo en Puebla, pero sus contrincantes intentarán que así sea…

En toda generación que pretende fundar y consolidar una nueva realidad política, se presentan dos tendencias: la que se asienta en el sistema anterior y la que plantea la búsqueda de algo nuevo. Aquí se encuadra el tema de Manzanilla que debió resolverse mediante la conciliación y la confianza. La disyuntiva de la generación de don Máximo se ubica entre centralizar y concentrar el poder o descentralizar y liberarlo. Presenta el mismo síntoma que otros casos: son hábiles y se mueven bien en las esferas del poder, pero la mayoría tiene poca o nula carrera partidista…

El PRI se ha convertido en una poderosa maquinaria electoral aunque en Puebla esté alicaído, pero la ausencia de soporte partidista en la generación de don Máximo puede ser fuente de inestabilidad y fracturas porque impide que tenga sentido de la vida y logre cambios de fondo. No debe posponer más la conciliación al interior de su grupo. Sin embargo, su estrategia es más compleja porque se mueve en dos planos y hasta ahora hemos hablado sólo de uno. En el otro están sus verdaderos planes hacia el futuro, pero eso lo veremos en otra ocasión…

Hasta entonces…

Comentarios: confinespoliticos@yahoo.com

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Juan de Dios Andrade

Politólogo. Analista político y asesor. Especializado en historia y política mexicana, geopolítica y geoestrategia, Historia de las ideas políticas, teoría política y análisis de escenarios. Autor de la columna Confines Políticos