Participación política de la mujer

  • Marcelino León Ochoa

“Con la percepción que es propia de su feminidad, la mujer enriquece la comprensión del mundo y contribuye a la completa verdad de las relaciones humanas”

Karol Wojtyla

 

Desde hace varios años México ha cambiado y está por vivir cambios acelerados en un futuro inmediato, sí por la visión de algunos hombres pero sobre todo por la presencia y actuación –cada vez mayor, afortunadamente- de muchas mujeres que han decidido abandonar los roles impuestos por la tradición durante décadas, para definir nuevas rutas y maneras de hacer las cosas.

Al respecto, cito unas palabras de Leona Vicario en respuesta a su participación en la insurgencia y a las motivaciones de la misma, a principios del siglo XIX:

“No sólo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres: [sino] que ellas son capaces de todos los entusiasmos, y que los deseos de la gloria y de la libertad de la Patria, no les son unos sentimientos extraños; antes bien, suele obrar en ellas con más vigor, -como que siempre los sacrificios de las mujeres, sea el que fuere el objeto o causa por quien lo hacen-, son más desinteresados, y parece que no buscan más recompensa de ellos, que la que sean aceptados”.

Al cumplirse 60 años del voto de la mujer en nuestro país, se ha abierto una nueva ventana de oportunidad para incrementar la participación política de las mujeres, oportunidad que estoy seguro, será muy bien aprovechada. Concesión graciosa, oportunismo, demagogia, responsabilidad política, llámenle como quieran pero de aprobarse las iniciativas presentadas por el Presidente Peña Nieto y el Gobernador Moreno Valle veremos en pocos años, más mujeres en la toma de decisiones.

Desde luego que esta nueva oportunidad representa un avance en la conquista de los derechos de las mujeres; no obstante, ambas iniciativas están focalizadas al ámbito legislativo, ya sea federal o estatal. Aplicar el criterio de paridad en la integración de las planillas de regidores sería muy interesante y deseable, por la proximidad y sensibilidad de las mujeres respecto a su entorno más inmediato.

Algo que escapa a la normativa electoral es la incorporación de más mujeres a la administración pública, en los tres órdenes de gobierno. Aunque eso depende de los titulares de cada poder ejecutivo, conviene insistir en demandar una mayor presencia de mujeres en la titularidad de las dependencias, más allá de los tradicionales puestos de secretaria o asistente.

Incorporar a más mujeres en el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas sin duda enriquecería la labor del gobierno y daría un toque más humano a la política.

El trabajo desarrollado por las Presidentas del DIF, Martha Erika Alonso y Liliana Ortíz, en lo estatal y municipal (incluyendo a más Presidentas o Directoras del los Sistemas Municipales DIF) nos confirma que son mujeres preparadas y talentosas con liderazgo propio para complementar eficazmente la gestión pública y marcar diferencias.

Aprovecho para reconocer el trabajo y compromiso de mis compañeras regidoras: Patricia Thomé, Miriam Mozo, Xóchitl Barranco, Alicia Romero, Maru Ramírez, Verónica Mastretta, Irma Adela Fuentes, Sandra Montalvo, Alejandra Domínguez y Lourdes Dib.

Y qué decir del profesionalismo y dedicación de las diputadas locales: Josefina Buxadé, Ana María Jiménez, Miriam Galindo, Fer Huerta y Denise Ortíz, entre otras, que han dado resultados extraordinarios en materia de familia, transparencia, educación, turismo y juventud. Del mismo modo, felicito el empeño y compromiso hacia el medio ambiente de la diputada federal Marisa Ortíz, así como el trabajo incansable y la fortaleza de la diputada Blanca Jiménez.

Si bien estas iniciativas de reforma implicarán mayores presiones al interior de los partidos políticos, representan a la vez un reto y una oportunidad para la sociedad en su conjunto, pues es desde la propia sociedad donde se identifican los liderazgos femeninos, para posteriormente impulsarlos a puestos de elección popular.

Bastaba formalizar esos espacios de representación –que en reiteradas ocasiones les fueron arrebatados o regateados a las mujeres-, pero una vez dado este paso ya no hay marcha atrás y quienes mejor sabrán sacar provecho de estas reformas serán las propias mujeres, que están más que preparadas para asumir distintos cargos, tanto de elección como de designación.

 

 

César Marcelino León Ochoa

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Marcelino León Ochoa

Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.

Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014