Definiciones

  • Marcelino León Ochoa

“La esperanza nunca ha sido de fiar. Eso pienso pero, ¿qué le vamos a hacer?, a algo tendremos que acogernos en las horas malas”

José Saramago

 

 

Confiar en que los políticos -tanto dentro como fuera del gobierno- harán lo correcto o al menos esperar que tomen decisiones atinadas que no nos afecten gravemente, es casi como pensar que la selección mexicana de futbol no sólo calificará al mundial sino que ¡será campeona del mundo!

Difícil situación por la que está pasando nuestro país en la que una vez más las y los mexicanos deberemos afrontar el momento, “apechugar” y asumir las consecuencias de las ocurrencias de un gobierno que no logra convencer con sus políticas de estado.

Los tiempos se han acortado y rota la inercia del Pacto por México, hoy el PRI clama porque las reformas se aprueben, (antes no pero ahora sí), situación que desde mi punto de vista no sucederá porque se han encimado las propuestas y sin haber consenso en una –reforma energética- se ha añadido a la agenda la discusión de una reforma política, impregnadas ambas de un olor desagradable proveniente de una reforma fiscal ofensiva e inconsistente.

Los priistas ya han reculado y aceptado echar atrás la propuesta de gravar con IVA las colegiaturas, rentas e hipotecas. Al gobierno de Peña Nieto simplemente se le acabaron las ideas o quizá esté actuando con premeditación, tratando de afectar a la clase media y al sector formal de la economía, que sin duda representan los segmentos más críticos a su gobierno.

El cabildeo y las negociaciones para impulsar reformas que no se concretarán, se vieron interrumpidos por los desastres naturales provocados por las tormentas Ingrid y Manuel, que afectaron gran parte del país, exhibiendo no sólo errores operativos y administrativos sino también que somos un país vulnerable, expuesto cada año a este tipo de fenómenos naturales.

Hago un paréntesis para comentar que resulta curioso observar cómo la cobertura informativa se centró en los desastres por las lluvias y de pronto el tema de la inseguridad y crimen organizado desapareció de la agenda nacional como por arte de magia, pero apenas terminaron las lluvias y los desastres dejaron de ser noticia, nos encontramos con que un altísimo porcentaje de la población se siente más insegura que antes.

Por más que el secretario de Gobernación Osorio Chong defendió en su comparecencia ante los Diputados que la inseguridad va a la baja, encontramos con que este flagelo social sigue presente y actuante.

Luego entonces, vemos con preocupación que ni se combate eficazmente el crimen y la delincuencia ni se ha disminuido la pobreza ni la economía crecerá al ritmo esperado ni se han generado planes, programas y políticas que estén cambiando el rostro del país.

El discurso del gobierno de la República es que todo lo antes mencionado se va a resolver si se aprueba la reforma fiscal. Es decir, si el gobierno logra captar más recursos –sea como sea y a costa de lo que sea- entonces seremos felices porque veremos un México mejor.

No nos resta más que estar a la expectativa y esperar que los legisladores hagan su trabajo, analicen, corrijan y aprueben ya no digamos reformas sino propuestas que le permitan al país caminar en el corto plazo, mientras el Pacto por México recobra su paso o el Presidente Peña se vuelve estadista y convence a las partes para que las reformas de largo alcance, las que el país ha requerido desde hace varios años, se concreten.

César Marcelino León Ochoa

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Marcelino León Ochoa

Politólogo. Maestro en Gestión Pública. Coordinador de asesores del grupo de regidores PAN.

Catedrático en UPAEP. Ex regidor del Ayuntamiento de Puebla 2011-2014