En mi anterior entrega comentaba acerca de la forma en que se eligen a las autoridades en la BUAP. En el marco de la autonomía, la Universidad nombra al rector mediante un procedimiento de auscultación sectorial a través del cual, cada sector “mandata” a sus consejeros a manifestarse en el sentido que la mayoría hubiera decidido.

Finalmente en una sesión del Honorable Consejo Universitario, cada consejero expresa el mandato de su sector (con el que él puede personalmente coincidir o no).

El actual consejo universitario cuenta con 193 consejeros, 3 de trabajadores no académicos, 38 de directores de Unidades Académicas y 74 del sector estudiantil y otro tantos del académico (Para este proceso faltan elegir 4 de la unidad de nueva creación).

De ese modo, cada miembro de la comunidad universitaria tiene derecho a manifestar su preferencia mediante el voto en la etapa de la auscultación sectorial (Votación).

Ahora bien, en las diversas etapas del proceso, el actual rector sustituto quedó como candidato de unidad al sumar el apoyo de quienes en su momento se perfilaron como sus contendientes, de tal suerte que, lo que suceda el 11 de los corrientes es aparentemente, un mero trámite ya que con seguridad Alfonso Esparza Ortiz será nombrado unánimemente por el HCU.

Entonces ¿Por qué los miembros de la comunidad universitaria deben votar el 11 de septiembre?

Desde mi punto de vista hay tres razones fundamentales:

• La legislación establece que la jornada electoral debe realizarse aún en el caso (como el actual) de existir un sólo candidato.
• La institución se fortalece en tanto mostremos nuestra capacidad para autogobernarnos y
• Mediante el voto se fortalece a la nueva gestión para gestionar los apoyos necesarios para llevar a cabo las propuestas de campaña.

Sin duda, la principal institución educativa del Estado de Puebla, seguirá dando muestras de madurez y siendo parte de las soluciones y no de los problemas.

Fernando Santiesteban Llaguno

fsanties@gmail.com