Ya desde el año 2008 donde el entonces Presidente de México Felipe Calderón Hinojosa diera a conocer la propuesta de Reforma Energética que envió al Congreso de la Unión, pareciera que el futuro de Petróleos Mexicanos (PEMEX), se pondría a consideración de reformarse, ahora en nuestro días y precisamente en esta semana que el ahora Presidente de México, Enrique Peña Nieto, presenta su propia propuesta de Reforma Energética pensada y valorizada de aquella que se había presentado en el Congreso de la Unión ese entonces, y con las debidas modificaciones u ajustes necesarios de acuerdo al Pacto por México, se vuelve a generar una situación de futuro para PEMEX no de manera tan clara. Y es que la guerra de declaraciones, las solicitudes de los partidos políticos, las peticiones de apertura de consultas ciudadanas ha generado confusión e  incertidumbre entre la ciudadanía. La situación se ha complicado a tal grado que pocos son los sectores de la sociedad que se han empezado a organizar y proponer foros de debate sobre este asunto, para tratar de explicar hacia dónde vamos, ¿hacia una modernización de la paraestatal? o ¿hacia una privatización?, que permitiría el retorno de PEMEX a manos de extranjeros. No se necesita que la población quede al margen de una situación apática sobre este tema, me parece que debe de ser lo contrario, se debe de generar la información tan precisa como clara y transparente para que cada uno de nosotros entienda lo que realmente se pretende con la reforma energética.

Me parece que lo que debemos de conocer y reflexionar como sociedad con respecto a este tema son los puntos clave, básicos de lo que se quiere hacer o reformar. Cualquier planeamiento que exista en términos del desarrollo del sector energético en  consecución de los planteamientos de la reforma no debe de dejar a un lado la protección de los consumidores. Una reforma energética por sí sola no será suficiente para el desarrollo del país, no lo ha sido en ningún otro caso que se conozca como lo fue en su momento el brasileño, británico, noruego, francés, alemán, entre otros, ello nos demuestra que es necesario llevar a cabo una serie de reformas estratégicas previas, las cuales permitan dar paso a reformas energéticas eficientes.

Me parece que al país, le beneficia que tenga un sector energético fuerte que pueda seguir creciendo y que pueda garantizar el abasto de los insumos energéticos que son necesarios para el desarrollo económico, en la medida en que podamos iniciar un proceso en el cual los recursos públicos cada vez sean menos dependientes de los ingresos petroleros y de que también la paraestatal pueda fortalecer sus ingresos para invertirlos en áreas, como exploración, se vislumbraría un futuro mucho más promisorio y de mucho más largo plazo de asignación en inversión pública, mucho más eficiente que seguramente repercutirá en un impacto positivo y en mayor certidumbre en las actividades económicas.

Lic. José Enrique Ortiz Rosas

Director de Capacitación del Programa DIM

Secretaría General de Gobierno