El presidente municipal de Puebla soltó a los reporteros: "Esta es la política moderna que hay que llevar a cabo en el mundo", en consecuencia de las quejas por las inservibles ciclovías instaladas sin ton ni son en el Centro Histórico.

Rechazó el fracaso de su ingeniosa obra, copia de la también inservible de la 31 Oriente con el sello de Blanca Alcalá, y amenazó con hacer crecer la red hasta 60 kilómetros en San Jerónimo Caleras, Villa Frontera, Xonacatepec, San Miguel y Castillotla, todas ellas para terminar en el zócalo de la ciudad. 

Carlos Ruiz Sánchez, especialista en políticas públicas de México elaboró hace tiempo un manual donde establece los pasos a seguir: Identificar y definir el problema; percibir la problemática actual o futura; seleccionar soluciones; establecer objetivos o metas; seleccionar los medios; implementar la política pública. Al identificar el problema, se habrá avanzado el 50 por ciento de la solución y al buscar la solución es importante, dice Carlos Ruiz, contar con un respaldo ideológico-político, valorar los criterios políticos, los técnicos y los administrativos.

Y aunque el maestro Rivera Pérez dice que el Implan realizó el proyecto de la presunta "política moderna" obvio es, por la realidad que se vive en la ciclovía que no existió ni una aproximación a generar una verdadera "política pública", es más ni siquiera se planteó el problema como demanda de los ciudadanos.

En otras ciudades si ha funcionado, por que fue una demanda popular, había un problema y por tanto se solucionó con estudios profesionales. Los desperfectos en la ejecución de la obra han saltado inmediatamente, la ciclovía no está construida sobre un pavimento homologado, el suelo no está parejo.

El carril no tiene uniformidad de ancho de vía, en algunos casos mide 1.30 y en otros 2.50, y su ubicación vino a incrementar el problema de congestionamiento vial; donde antes había dos carriles y otro para estacionamiento, ahora sólo hay uno y ninguno para aparcar.

Ciertamente en el mundo hay ciudades que se distinguen por el transporte alternativo en bicicleta, como medio privado y cotidiano, otras como transporte turístico y ecológico.

No se puede comparar Amsterdam, Copenhague, Bogotá, Curitiba, Montreal, Basilea, Portland, Barcelona, Beijing, Madrid, con Puebla de Zaragoza, donde si existen trazos urbanos, condiciones climatológicas, ancho de calles, cultura por la bicicleta, transporte público moderno y eficiente, condiciones urbanas que garanticen la circulación y educación vial.

La decisión de las ciclovías muestra su más grande fracaso en la 5 Sur-Norte donde el carril exclusivo ha pasado a ser usado por todo tipo de transportes de mercancía, como los triciclos y los "diablitos" de cargadores, compradores y comerciantes. ¿Se habrá dado una vuelta el Presidente Municipal, aunque sea para pedir unos responsos en La Merced?

Todo esto, amén del uso de las banquetas por los ciclistas, en sentido contrario y cruzando sin respetar los semáforos. Los peatones, grandes perdedores de la "política moderna" o la necedad de Rivera, ahora deben cuidarse no sólo de los conductores de autos, microbuses, transporte turístico o repartidores, sino de los turistas en bicicleta.

Y es que Puebla nunca tuvo tradición bicicletera en la clase media, sólo la usaron, usan y seguirán usando los trabajadores, repartidores de carne, pollo, pan, leche y quién sabe cuántas mercancías más.

Sin duda viajar ilustra, pero hay quien viaja como las maletas, no se entera de nada. O por lo menos así me lo parece.

jesusmanuelh@mexico.com