Más tardó el presidente Peña Nieto en festejar la captura del jefe de los Zetas y la disminución de la violencia en el país, que la delincuencia organizada en contestarle en Michoacán, al parecer mediante el grupo de los Templarios. Al mexiquense le urgía una buena noticia ante las críticas y dudas que ha generado su estrategia en materia de seguridad y procuración de justicia. Por los motivos obvios, la situación pone en jaque al Presidente, al Procurador y al Secretario de Gobernación. Y aunque el Ejército y la Marina son los que dan la cara en la lucha frontal, permanecen políticamente hablando en un segundo plano. En otro carril, el titular de Hacienda sigue corriendo por la libre y hasta se da el lujo de salir mejor evaluado que su jefe…

El 7 de julio lo vapulearon don Máximo y el PAN en las elecciones de Puebla y Baja California, además de otros lugares. Ahora lo pusieron en aprieto los delincuentes. Peña Nieto ha caído de una manera brutal en las encuestas y dentro de poco el poblano asumirá el liderazgo en la CONAGO. De un lado la delincuencia organizada le disputa la agenda de seguridad y justicia, mientras del otro don Máximo se está adueñando de la agenda política. Una vez más el Presidente queda muy lejos de la promesa en torno a una estrategia diferente a la de Calderón y se tiene la impresión de que cada vez se mete en el mismo carril. Si no hace algo pronto, los mexicanos no tendremos duda: sabremos que en realidad no había tal estrategia o que no tenía idea de lo que estaba enfrentando…

Si finalmente don Máximo se apoderase de la agenda política nacional, porque la local ya la tiene en sus manos, podría marcarle rumbo al propio gobierno federal. Desde la presidencia de la CONAGO comenzará a intentar lo que de otro modo parecería imposible: “subir horizontalmente” a Los Pinos. En su calidad de “primero entre pares”, querrá fincar entre los gobernadores el derrotero de la agenda de México. En el fondo, es el viejo principio que rige en los mercados: “dar una probadita para que los clientes compren”…

Regir la agenda política es el paso previo para saber si está en condiciones de modificar la composición de la Cámara de Diputados. En tal caso no habría duda de que sería el tamborilero del poder…

“Forcejean por el marco de seguridad…”

Lo que no debe descuidar don Máximo es el marco de seguridad y procuración de justicia local, sobre todo por ese “curioso” repunte de la violencia delictiva durante la campaña electoral. Hay que reforzar el aparato de inteligencia para mantener a raya a los delincuentes y evitar sobresaltos…

Basta ver cómo se desató la violencia en Michoacán en el contexto de la visita de Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, para darse cuenta de los peligros que encierra lo que bien podría entenderse como “violencia desestabilizadora”. Eso no debe pasar en Puebla y menos que a don Máximo lo tomen por sorpresa y todo indica que ya se anticipó al solicitar mayor cooperación con la federación en aspectos de seguridad…

El Presidente no pudo sacarle todo el jugo deseable a la visita de la funcionaria de nuestro país vecino y hasta el gobernador de Veracruz le robó la idea de apoyar a la muchacha detenida recientemente, para que pudiese viajar a Brasil y cumplir su sueño de conocer al Papa. A los mexicanos nos conviene que a los gobernantes les vaya bien en sus planes para sacar adelante al país, pero desgraciadamente a Peña Nieto no le está yendo bien porque además el Pacto por México sigue sometido a fuerte presión por parte de los partidos…

Llama la atención que, ante lo ocurrido en Michoacán, de inmediato empezasen las maniobras para poner a disposición pública los gastos de campaña de Josefina en 2012. Ojalá no se trate de una medida para tender una cortina de humo ante la incapacidad de nuestras autoridades frente a la violencia…

“La negociación imposible…”

Hay que esperar “que los hechos hablen”, pero por lo pronto parece infructuoso el llamado del PRI nacional para que sus militantes actúen como verdadera oposición en Puebla. El escenario montado por don Máximo no deja salida o si se prefiere: las decisiones de los priístas son lógicas, pues ellos deben resolver los asuntos locales y para llevar a buen puerto a sus alcaldías, necesitan estar en buena relación con don Máximo. Si ahora tiene pleno control, no hay que olvidar que, en algunos casos, quedará pendiente la segunda y la tercera cuenta pública. Eso tiene un peso innegable…

El planteo estratégico que está siguiendo don Máximo, incluye llegar a un punto en que los adversarios que le disputen el poder no tenga modo ni de vencerlo ni de pactar con él. Hay un tiempo para sellar alianzas y acuerdos, pero en el momento decisivo, los cánones dictan que debe quedar claro a quiénes consideras realmente tus enemigos y a quiénes no. Asimismo: a los que deseas que participen en tu proyecto y a los que no. Esto lo especificó en la elección y en la etapa post-electoral que se desarrolla…

Los síntomas apuntan a que quizá nadie le prestó atención a ciertos detalles que te decían que unos estarían a su merced y los que no, quedarían fuera. Además con una advertencia contundente: el que se acerque a los últimos, sin duda recibirá “el beso de la muerte”. Así de preciso ha sido el mensaje que envió don Máximo…

No se trata del clásico esquema de “suma cero”, sino del poder absoluto en una nueva dimensión, más allá de lo que usualmente se dice sobre el tema…

“Enteros y quebrados…”

Del lado de don Máximo, no hay duda: en lo formal estableció una alianza de partidos, pero en los hechos es “un entero”. Es decir: el juego ya terminó y hay un ganador. Ahora viene lo propio en el ámbito nacional. Todos sus aliados ganaron su espacio, aunque fuese pequeño, pero don Máximo se quedó con el control del poder. Acaba de decirnos que conoce el camino para acabar con el poder y la maquinaria electoral del PRI. Dice a los priístas que no quiere destruirlos, sino de puntualizar quién manda aquí. Fuera de eso, se pueden entender. Eso está resultando atractivo para ellos y genera una fuerte presión centrífuga en el entorno de Peña Nieto y el mexiquense lo sabe…

Teniendo enfrente el “entero” de don Máximo, sus adversarios derivaron en “quebrados”. En el PRI, las acusaciones los llevaron a la Revolución francesa y la guillotina no se hizo esperar. La ruptura entre AMLO y el PRD hizo bajar el índice de votación de los segundos, pero a la vez dejó al perredismo sin opción: deben aliarse para ganar. Queda pendiente qué  harán con el tabasqueño y si seguirá como independiente para constituirse como candidato eterno, si se aliará en secreto con el PRI o si finalmente pactará con don Máximo…

En el panismo tradicional siguen los reproches mutuos acusándose de traición, sin considerar que esos señalamientos son un indicio de culpabilidad por parte del que los haga. Parecen no darse cuenta que cada arista en el fondo es una ruptura. El juego de don Máximo en el siguiente cabildo capitalino tendrá 8 piezas y buena parte de los pluris actuarán en consonancia. Colgarse de temas o figuras nacionales tendrá que competir con los intereses de otros grupos y con el largo trecho que resta…

Hasta entonces…

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