El 17 por ciento de quienes recibieron créditos del gobierno federal en 2020 para mantener sus negocios tuvieron la intención de cerrarlo y además la mayoría no se capacitó en temas administrativos de acuerdo a un estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que contempla municipios poblanos.

El Coneval realizó un análisis de la operación del programa de Microcréditos para el Bienestar (PMB), mejor conocido como “Tandas para el Bienestar” en 2019 y 2020 en 61 municipios de 22 entidades; incluidos Izúcar de Matamoros, Tehuacán y Xicotepec.

Te recomendamos: NAFIN da menos créditos a Puebla; en 9 años bajan 17 mmdp

El consejo reveló que después de encuestar a los beneficiarios el 21 por ciento de los apoyados en 2019 dijo que pensó en cerrar y un año más tarde el 17 por ciento tuvo la misma idea.

El Coneval informó que los empresarios beneficiados reportaron una baja en sus ganancias, los de 2019 tuvieron una disminución del 10 por ciento, mientras que de los apoyados en 2020 tuvieron un decrecimiento del 25 porciento.

Además, el 48 por ciento consideró que el dinero que les dieron para el crédito no fue suficiente para su negocio.

Sugerimos leer: Ayuntamiento de Puebla dará 950 créditos a emprendedores

De los beneficiados de 2019, el 63 por ciento usó los recursos para adquirir mercancía y de los apoyados en 2020, el 59 por ciento lo destinó al mismo objetivo.

Aunque el 2.45 por ciento de los que consiguieron dinero en 2019 lo destinó para uso personal y de los respaldados en 2020, el 2.77 por ciento hizo lo mismo.

El programa de las tandas tiene el objetivo de fortalecer la actividad económica y el desarrollo del empleo mediante financiamiento sin intereses a quienes cumplan los requisitos y reciban asesoría y capacitación para el desarrollo de sus capacidades financieras, empresariales.

Para 2020, el programa buscaba otorgar créditos hasta en 2 mil 227 municipios y 2 mil 401 localidades, que presentaban un grado de marginación medio, alto o muy alto, presencia de población indígena y/o afromexicana, y/o altos índices de violencia.

Otro resultado que resaltó, es que si bien los beneficiarios deben capacitarse en temas administrativos, la realidad es que el 91 por ciento tanto de 2019 como de 2020, no lo hizo.

También destacó que el 79 por ciento de los respaldados de 2019 y el 80 por ciento en 2020 no tenían una cuenta bancaria para manejar su micronegocio.