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Cobertores San Marcos, “la cobija del tigre”: Conoce su historia

  • Beto Fong
Los cobertores San Marcos tienen una gran tradición en México y son muy populares en las épocas de frío
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En México es muy usual ver, en todas las casas, “la cobija del tigre”, que no son otra cosa que los cobertores San Marcos.

Y es que pareciera que es ley que en cada casa mexicana se pueda encontrar uno de estos cobertores, los cuales ya forman parte del folclor mexicano.

En épocas decembrinas y otoñales, los cobertores san marcos son un gran aliado contra el frío, pues son de una gran anchura y tamaño, lo que los hace ideales contra el frío.

Los cobertores tienen en su estampado diversas formas: pavorreales, venados, águilas, osos y, el más famoso: un tigre o jaguar.

La gran ventaja que tiene “la cobija del tigre” es su gran popularidad, pues a pesar de que muchos no conocen su historia, todos los identifican, pues forman parte del imaginario nacional.

Pero ¿cuál es la historia de los cobertores San Marcos y por qué son tan famosos?

La historia de un tigre

La historia de los cobertores San Marcos se remonta al siglo XX, en la época de los 70.

Fue Jesús Rivera Franco, empresario textilero originario de Tocaltiche, Jalisco, quien fundó una empresa que, aunque no lo sabría, marcaría una tradición que perduraría por décadas.

Se sabe que Rivera Franco fue un pionero en la rama textilera, pues cuando él tenía tan sólo 6 años, su familia y él se mudaron a Aguascalientes para hacer una fábrica de sombreros.

A los 15 años, el joven empresario empezó a tejer sarapes y, desde allí, incursionó en el área textilera. Este punto sería determinante para crear las clásicas “cobijas de tigre”.

Fue durante un viaje a España que Rivera Franco descubrió la fibra acrílica, material del cual están hechos los cobertores San Marcos.

Esta fibra hace que la cobija posea una gran durabilidad, además de que conserva bien el calor.

En su retorno a México, en la época de los 50, Rivera Franco instaló un taller de cobijas, el cual creció tanto que, a finales de los 80, llegó a tener decenas de plantas en varias entidades.

Para aquel entonces la fama de los cobertores San Marcos ya estaba en su apogeo.

De esta manera nació el grupo Textil San Marcos, el cual fue el primero en producir las clásicas cobijas de tigre. El nombre y logotipo de la fábrica estuvo inspirado en la zona donde se instaló la fábrica.

Y es que para aquel entonces, los cobertores se vendían “como pan caliente” pues costaban únicamente 45 pesos mexicanos, lo que los hacía de fácil acceso para todas las familias.

Si alguna vez te preguntaste el porqué tu abuelita, tío, tía, mamá o papá tienen un cobertor San Marcos, ahora sabes la razón: eran muy accesibles, duraderos y, encima, cumplía con creces su labor.

Por su precio accesible y la facilidad de compra, muchas personas calificaban al cobertor San Marcos con un producto de baja calidad, pues como es usual, “lo barato sale caro”. Lo que este grupo de personas desconocían era que, a pesar de sus prejuicios, estas cobijas iban a durar años, tanto así que pasarían de generación en generación.

El tigre que envejeció

Para finales de los ochenta, la línea de cobertores San Marcos estaba en su apogeo; sin embargo, empezaron a perder popularidad.

La empresa cayó en un declive cuando el empresario abandonó la textilería para dedicarse a las bienes raíces, por lo que vendió la empresa San Marcos al consorcio Celulosa y Derivados.

Y aunque aún así el negocio seguía prosperando, para la década de los 90, con la incursión de los nuevos mercados en México, la competencia empezó a robarle la estelaridad a “las cobijas del tigre”.

Al país empezaron a llegar muchos productos de diversos orígenes, los cuales eran todavía más accesibles en precio o, en su defecto, más costosos, pero más llamativos. Esta situación provocó que el cobertor San Marcos empezará a perder ventas.

Las bajas fueron tales que la empresa reportó pérdidas de hasta 749 millones de pesos por año. Fue en 2004 que, debido a la mala racha económica que sufrían, la empresa decidió cerrar definitivamente.

La tradición sigue

Se sabe que Jesús River Franco murió a sus 91 años, en el año 2009. Pero dejó un legado que duraría por siempre.

A pesar de que la empresa quebró, los cobertores se siguieron produciendo por otras empresas que imitaron la “fórmula secreta” del cobertor San Marcos.

Hasta la fecha, aún se pueden conseguir estas típicas cobijas en tianguis o tiendas populares, los cuales, si bien no son “los originales”, sí tienen un parecido bastante aceptable.

Y aunque el precio jamás volverá a ser de 45 pesos, pues ahora rondan hasta los 300 pesos por pieza, lo que es cierto es que el cobertor San Marcos o la “cobija del tigre” es toda una tradición en México.

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