Un familiar es el presunto homicida del fotógrafo Alan Torrentera y su sobrina Camila Alcalde y ya fue aprehendido por la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE).

Así se anunció este martes por el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, quien reveló que esta persona confesó haber matado al joven de 29 años y su sobrina de 21, pero los motivos no han sido precisados.

Un familiar fue quién mató al fotógrafo y a su sobrina en San Baltazar Campeche, informó el gobernador @MBarbosaMX, así también dio a conocer que ya fue detenido. pic.twitter.com/5yCQqpYojA

— Periódico e-consulta (@e_consulta) April 5, 2022

El responsable ―de quien se desconoce el nombre así como el parentesco que guardaba con las víctimas― fue detenido mediante una orden de aprehensión y se encuentra a disposición del Juez de Control para resolver su situación legal.

Con esto, el gobernador dio por esclarecido el doble homicidio y aplaudió los méritos de la FGE: “como se los dije hace una semana que hablé del tema, que pronto se resolvería el mismo. Ya está resuelto”. No obstante, se espera que la autoridad investigadora amplíe la información en próximas horas.

Alan y Camila fueron asesinados la noche del pasado miércoles 30 de marzo dentro de su domicilio ubicado en San Baltazar Campeche, junta auxiliar de Puebla. 

Al inicio se creyó que fueron víctimas de un robo a casa habitación, porque la persona que encontró los cuerpos reportó que faltaba el automóvil de Alan, una pantalla, una laptop y un perro.

Sin embargo, el alcalde Eduardo Rivera Pérez fue el primero en descartar este móvil al declarar que la FGE contaba con información relevante que apuntaba a otra línea de investigación.

La noche del viernes el automóvil Pontiac G3 modelo 2019, con placas de circulación TZS-463-A del estado de Puebla, fue encontrado estacionado sobre la 6 Sur, frente al Colegio Esparza, en la colonia Arboledas de Loma Bella y adentro estaba el perro de la raza Border Colliec, quien llevaba dos dias ahí.

En ese momento trascendió que cerca de ese lugar vivía un familiar de las víctimas y el lunes el gobernador advirtió que no se trató de un robo a casa habitación, sino de un ajuste de cuentas.