El guardameta se convirtió en un ídolo de la afición blanca. Sus atajadas memorables ayudaron a que el conjunto “merengue” consiguiera su novena “orejona”
“Arriesgar, volar y dar seguridad a sus compañeros, por eso se le conoció como “el arquero de la selva”, se dice en un video de Milenio sobre Pablo Larios.