Se trata del feminicidio que el agresor Julio Hernández intentó pasar por suicidio en 2010, al gozar de influencias como excomandante de la policía de Chimalhuacán
Marcharon por familiares asesinadas y amigas desaparecidas, agredidas, violentadas, invisibilizadas, y por aquellas cuyos rostros aparecen en carteles de "se busca"