A pesar del gran logro, el director de Salud, Ashley Bloomfield afirmó que no bajaran la guardia, pues se ha comprobado que el virus puede resurgir y propagarse en lugares donde estaba bajo control.
Mientras su padre se encontraba presidiendo un debate, el bebé se quedó a cargo del presidente del parlamento neozelandés, quien no dudó en sentarlo en la silla de los presidentes y tratarlo como un hijo de familia