Gobernar desde la “Mañanera”

  • Jesús Manuel Hernández
AMLO marcó un estilo de gobernar; “el hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras"

El nombre del presidente López Obrador ha aparecido millones de veces con calificativos positivos, pese a que desde el principio y más en los últimos días, algunos medios, nacionales e internacionales lo han relacionado a una cantidad de calificativos como ese de “mesías tropical”, impreso en un ensayo por Enrique Krauze y utilizado por los enemigos de Morena como piedra de toque en su campaña.

A lo largo de su historia política Andrés Manuel ha tenido una constante, buscar a través de la resistencia pacífica cerrar el paso a la lucha armada, aunque para ello haya tenido que utilizar esa tesis presentada en 2022 por Moisés Naim en su libro La revancha de los poderosos, un texto que para los críticos de AMLO pareciera haber sido redactado con dedicatoria al líder de Morena.

Naim sitúa la llegada, el uso y la pérdida del poder bajo una premisa denominada de las “Tres pes”: Populismo, Polarización y Posverdad. La suma de todas ellas pareciera dominar el escenario mexicano de los últimos seis años.

López Obrador ha usado como su principal estrategia de control las conferencias denominadas “La Mañanera”, desde ese foro universal el presidente ha marcado la agenda de la sociedad mexicana, usó la fuerza de la comunicación y su dominio de la historia para enfrentar descalificaciones y, como él dice, “usar su derecho de réplica” para repetir, y volver a repetir, sus ideas ante un público la mayor de las veces integrado por periodistas a modo, salvo algunos casos que trascendieron. Todo sirvió para justificar el anclaje de su gobierno: “primero los pobres”.

Esta modalidad ha sido puesta como ejemplo de nuevas formas de ejercer el poder a través de una comunicación directa, protagonizada por el mismo Jefe del Ejecutivo, algo nunca antes visto.

O sea, López Obrador gobernó con el discurso, con la palabra, el enunciado, y atacó, defendió, exaltó, a quienes consideró amigos o adversarios.

En una franca “burla” el presidente se convirtió en el eje de su gobierno y exhibió los negocios de sus adversarios.

¿Cómo llegó a tener tanto poder y éxito en su propuesta propagandística y mantenerla en seis años?

Algunos opinadores escribieron hace seis años que para frenar a López Obrador, se necesitaba de “otro López Obrador”.

Y nunca, en seis años surgió “el otro”. Y existe una simple razón, no hubo oposición inteligente, la ausencia de estrategias serias, ajenas a la lucha entre narcisistas que actuaron en el escenario nacional, permitió el avance de Morena a niveles insospechados, nunca advertidos por esa llamada oposición, realmente, opo-ficción.

AMLO logró caminar hasta donde quiso porque el camino estaba allanado.

Así que el éxito, la manipulación, el narcisismo, estarán bajo el análisis de la historia y como reza el viejo refrán “el hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras”. La historia definirá quién fue el dueño y quién el esclavo.

O por lo menos, así me lo parece.

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Jesús Manuel Hernández

Periodista en activo desde 1974. Ha dirigido, conducido y colaborado en diversos medios de comunicación escritos, radiofónicos y televisivos. Actualmente dirige el portal losperiodistas.com.mx y escribe Por Soleares, espacio de análisis político. Autor del libro Orígenes de la Cocina Poblana.