Lo que enseña Annie Duke en Thinking in Bets

  • Eduardo Tovilla
¿Cómo tomar decisiones más inteligentes y estratégicas en condiciones de incertidumbre?

La capacidad de tomar decisiones inteligentes es un arte y una ciencia que considero que Annie Duke, exjugadora profesional de póker y autora del libro Thinking in Bets: Making Smarter Decisions When You Don't Have All the Facts, domina y enseña muy bien. Antes de compartirles las ideas principales de su obra, quiero enfocarme en la autora.

Annie Duke no es una autora común. Su nombre es conocido tanto en las mesas de póker como en las aulas universitarias. Duke comenzó su carrera profesional como jugadora de póker, destacándose en el Torneo de Campeones de la Serie Mundial de Póker en 2004 y en el Campeonato estadounidense de Heads-Up Poker en 2010. Sin embargo, antes de eso, se graduó como doctora en Ciencia Cognitiva por la Universidad de Pensilvania. Esta fusión de teoría y experiencia hacen de su libro un referente en la toma de decisiones.

Sobre el libro

Duke argumenta que la mayoría de las decisiones en la vida se parecen más al póker que a los juegos de ajedrez o damas, donde todas las piezas son visibles. En el póker, como en nuestro día a día, operamos con información incompleta y la suerte tiene un peso importante. Estos dos aspectos se traducen en incertidumbre. Con base en lo anterior, ella plantea estrategias para decidir en contextos inciertos.

A menudo, asociamos el término "apuesta" con el juego de azar, pero Duke redefine este concepto y, para entenderlo, podemos acudir a la Real Academia Española, que lo define como "depositar la confianza o elección en otra persona o en una idea o iniciativa que entraña cierto riesgo". Bajo esta idea, la autora nos invita a pensar en las decisiones como un conjunto de creencias cuidadosamente estudiadas que maximizan la probabilidad de éxito de nuestros objetivos.

Uno de los problemas que resalta la obra es la predominancia del pensamiento binario al momento de elegir, es decir, que veamos las cosas en blanco y negro. Al respecto, Duke es muy tajante: la vida no es simplemente correcta o incorrecta. Este tipo de pensamiento limita nuestra capacidad de procesar nueva información y mejorar nuestras decisiones.

Si bien, a lo largo del libro, hay varios consejos para optimizar nuestras elecciones, hay dos que, en mi opinión, la de Eduardo Tovilla, hay que tener presentes:

1. En lugar de enfocarnos en tener siempre la razón, debemos buscar la precisión en nuestras decisiones. Esto significa que hay que estar abiertos a revisar y ajustar nuestras creencias y suposiciones con base en nueva información y opiniones distintas. Te pondré un ejemplo.

Supón que estás trabajando en un proyecto y crees que la mejor manera de hacerlo es utilizando una estrategia específica. Sin embargo, uno de tus compañeros propone otra alternativa con base en datos fiables. En lugar de que rechaces automáticamente la nueva idea porque no es la tuya, debes evaluarla con cuidado, porque puede que esta opción sea mejor para el proyecto. Cuando buscas precisión en vez de aferrarte a estar en lo correcto, optimizas el resultado final.

2. Rodéate de personas que piensen distinto, que tengan diferentes puntos de vista al tuyo. Esto nos ayuda a identificar nuestros propios sesgos y considerar alternativas que no habríamos visto de otra manera.

¿Cómo aplicar esto? Imagina que eres el líder de un equipo encargado de lanzar un nuevo producto y que este está formado por personas con trayectorias profesionales muy parecidas, por lo que todos están de acuerdo en seguir una determinada estrategia de marketing. Así que decides invitar a un consultor externo con experiencia en un mercado diferente, quien pone sobre la mesa una perspectiva completamente distinta, señalando oportunidades y riesgos que tu equipo no había contemplado. Gracias a esto, tu equipo ajusta su estrategia y logra un lanzamiento más exitoso. Cuando buscas personas que piensan diferente, puedes identificar sesgos y explorar alternativas más efectivas.

Ahora, ¿por qué tomar las decisiones como si fueran apuestas? Por supuesto, el título del libro tiene una razón de ser. Cuando apostamos, por lo menos de manera seria, y no por simple albur, analizamos muchos factores porque, evidentemente, hay algo en juego y queremos ganar. Lo anterior nos lleva también a otra recomendación relevante de Duke que es desarrollar una mentalidad de probabilidades, es decir, debemos acostumbrarnos a pensar en términos de cuán probable es que algo ocurra y analizar todos los escenarios posibles.

El libro en general a mí, Eduardo Tovilla, me parece muy enriquecedor. Una de las recomendaciones que me hizo mucho sentido fue separar el resultado de la decisión. Es también bastante común que juzguemos la calidad de una decisión sólo por su resultado. Un buen resultado no siempre es consecuencia de una buena decisión y viceversa.  A quienes manejamos nos ha pasado que vamos en una carretera y decidimos tomar otro camino o atajo para evitar el tráfico, pero resulta que en el nuevo trayecto nos encontramos con un accidente. Aunque el resultado fue negativo, la decisión fue lógica y la tomamos con base en información, así que no dependió de nosotros.

Sin duda, tomar decisiones es una constante en nuestra vida diaria. Desde elegir qué ropa usar por la mañana hasta decidir sobre una inversión importante, estamos todo el tiempo evaluando opciones y consecuencias. Por esta razón, este libro nos brinda herramientas valiosas para tomar decisiones más informadas y estratégicas, bajo la idea de que la incertidumbre y el riesgo siempre estarán presentes. El punto es que podamos gestionar estos aspectos efectivamente. "Thinking in Bets" además me gusta porque nos invita a ser más flexibles, abiertos y reflexivos en todo lo que hacemos. Totalmente recomendable.

 

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Eduardo Tovilla

Economista egresado del ITAM y maestro en Administración de Negocios por la Universidad de las Américas Puebla. De 1995 a 2019 se desempeñó como funcionario público. Su conexión con el pádel se fusiona con una exitosa carrera empresarial y su compromiso filantrópico.