No hay accidentes
- Héctor Guerrero
Y sucedió.
Un percance menor, afortunadamente sin algo que lamentar, el incidente declarado por la autoridad como “una interrupción de flujo sobre la vía” del Tren Maya, resume, simboliza mucho de lo que es y de lo que no es, este descarrilado régimen.
Aunque el encargado de la estación de Tixkokob, en Yucatán, luego del incidente dijo que no pasa nada que "como todo carrito se descompone. Se llama al seguro para que quite el carro, se ponga otro adecuadamente y en dos horas queda”.
El Tren Maya, la obra insignia que nadie necesitaba, que se proyectó que iba a costar 160 mil MDP, además de que no se iba a tirar un solo árbol (esos que creyeron, o que siguen creyendo que no tiraron un solo árbol, les han mentido 6 millones de veces), que ha triplicado su valor, que día tras día se lleva a cabo un ecocidio, que el gobierno sigue con la obra violando la ley y en total desacato, que ha sido inaugurada no sé cuántas veces y que el propio López Obrador ya dijo que dicha obra no será concluida durante su mandato.
Esa es una de las razones por las que tiene a los militares trabajando, para que se vea que algo están haciendo, pues los tienen de empresarios, albañiles, en las aduanas, peones al servicio del gobierno, para que algo se vea, cuando la realidad es otra.
Y para colmo, los Reyes de Suecia dijeron gracias, pero no gracias, para ser utilizados como “legitimadores” del tren ecocida, pues en Europa y en su país se los hubieran comido vivos por tan siquiera poner un pie arriba de ese tren luego de que los videos donde se observan las atrocidades, el aniquilamiento del ecosistema y la contaminación que ha generado este capricho del presidente, le han dado la vuelta al mundo. Ver esa maquinaria taladrar el suelo contaminar el agua del sistema Aktun T´uyul, (que registra más de 20 perforaciones), de verdad ver esos videos duele ver lo que somos capaces de hacer a nuestro entorno por pura megalomanía.
La imposición del Tren Maya, incluso desde antes de que arrancara su construcción, recibió siempre señalamientos por parte de pobladores, activistas y especialistas en temas ambientales.
Para no ir más atrás, en febrero de este año, la Fonatur, basada en auditorías realizadas, dieron a conocer que el infame “Tramo 5” “no ha cumplido con los planes de mitigación ambiental”, cruces de fauna, deficiencia en el monitoreo de agua sin un plan de recuperación o de reforestación por lo menos, la demolición de cuevas y la destrucción de varios cenotes.
A eso le agregamos las constantes irregularidades que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró precisamente en el tramo del Tren Maya en donde ocurrió el descarrilamiento, por ejemplo, en su revisión de la Cuenta Pública 2022, hallaron un probable daño al erario por 18 millones de pesos por un pago que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo y el Instituto Nacional de Antropología e Historia realizó al constructor del tramo por salvamento ecológico y rescate de vestigios, tarea que, obviamente, no se llevó a cabo.
Y eso no es todo, se documentaron que además se presentaban desprendimientos de concreto o con distanciamiento distinto al requerido, sistemas de señalización.
“Trabajo deficientes en tapas, marcos, registros, tuberías y rellenos de los trabajos de sistemas de señalización y comunicaciones”, cita el reporte.
Pero como siempre, la víctima es él, pues no descarta la posibilidad de que haya sido provocado por sus adversarios porque lo que sucedió “está raro”. Así que otra vez los enemigos imaginarios del presidente o los Alushes, van en contra de la transformación.
Cuando el enemigo está en casa y lleva su sangre.
LatinUs reveló en días pasados grabaciones del clan de corrupción de este gobierno, encabezado (operativamente) por los hijos del presidente, especialmente por Andy (Andrés López Jr.).
Pedro Salazar: “Al laboratorio hay que pasarle su mochada cada 3 mil metros cúbicos, para que autoricen”.
Amílcar Olán: “Para que autoricen y ya a la verga”.
Pedro Salazar: “Así es, cada 3 mil metros cúbicos ellos hacen un análisis del material, cómo está llegando. Entonces cada 3 mil metros cúbicos, pá, su ‘mochadita’, su ‘mochadita’ para que den el palomazo de que todo está bien”.
Amílcar Olán: “Ok”.
Pedro Salazar: “Ya cuando se descarrile el tren ya va a ser otro pedo”.
Bueno, finalmente ya sucedió.
Y claro, el balastro que estaba dispuesto en esa área fue suministrado por el clan de corruptos de Andrés López Jr.
LatinUs documentó que el balastro fue adquirido de empresas controladas por Amílcar: Grupo Minero El Alicante, Stone Group Veracruz y Servicios Integrales de Teapa, propiedad de Osterlen Salazar Beltrán, primo de los hijos del presidente López Obrador.
No le busquen.
Tiempo al tiempo.
@hecguerrero
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