La absurda propaganda y vetusta operación de las cámaras

  • Xavier Gutiérrez
Verborrea incesante y entes presupuestívoros inútiles para el ciudadano común en estas campañas

En una casa, con el paso del tiempo los servicios, utensilios y mobiliario, requieren arreglos, renovación o cambio total. Algo parecido sucede en un país.

Nada está hecho para siempre. Mucho menos aquello que está diseñado para la cambiante vida del ser humano, sus necesidades, hábitos y costumbres.

Están, entre muchas otras cosas que muestran obsolescencia, los partidos políticos, su manera de hacer propaganda y la forma en que operan las cámaras de representantes populares.

La forma como hacen propaganda las organizaciones políticas en estos días, es una tormenta incesante de anuncios que satura la televisión, la radio y las redes, que aturde, genera hartazgo y produce rechazo.

Ni con lupa uno encuentra un mensaje creíble, convincente, racional y motivador para votar o participar.

Abunda el gusto por lo absurdo. Tonadas, ritmos varios, bailecillos, críticas y promesas que en realidad agreden a la atención y el buen gusto de la gente.

En todos los horarios, locutores de ambos sexos se desgañitan o pretende ser simpáticos y contagiadores a través de babosadas. Ellos son contratados por los partidos y llenan con sus mensajes los tiempos que les brinda la radio y la televisión.

Entre el público y los medios están las agencias consultoras o productoras de publicidad y propaganda. Estos intermediarios son los reales ganones. Por lo común no proceden por cuenta propia o como empresas aisladas.

No, muchas de esas organizaciones ya son apéndices de los usufructuarios de las prebendas que reciben los partidos. Incluso gobernadores están metidos en el negocio de las agencias consultoras y de propaganda. Todo es una cadena sin principio ni fin.

Nadie lo ha medido, pero estoy absolutamente seguro que el hombre común, acosado y sometido por la saturación propagandística, no presta ya la menor atención a lo que se anuncia.

Son puras patrañas las promesas, ofertas, sueños y presunción de logros históricos de partidos y candidatos.

En la etapa actual calientan la plaza. Hablan de bondades, glorias del pasado, alianzas y una sarta de mentiras infumables.

Vendrá luego el tiempo de deturpar a los adversarios y las auto alabanzas. Basura abundante visual y sonora que constituye una brutal agresión a la tranquilidad del ciudadano donde quiera que se encuentre, incluso en su tiempo de dormir.

Todo es una absurda ofensa al buen gusto. Es asimismo un derroche sin sentido de dinero público que parte del presupuesto gubernamental, es decir, de los bolsillos de todos los mexicanos.

Frente a este gasto irracional y sin lógica del dinero público, ¿no le parece grato, sensato y adecuado el anuncio del presidente argentino Javier Milei, de quitar todo el dinero del gobierno a los partidos de ese país…?

En nuestro país será un mínimo de 15 mil millones de pesos lo que destina el gobierno federal a los partidos, aparte de los gobiernos estatales.

Se podría responder, en automático: si no les dieran dinero público, la delincuencia organizada los financiará y se puede apoderar de los partidos; o sólo participarán y ganarán elecciones los que tengan dinero, los más ricos.

Falso. Lo primero ya ocurre, aún existiendo el financiamiento gubernamental. Y lo segundo también.

Por el contrario, se da el caso que desmentiría esta aseveración, porque el actual presidente y Morena ganaron abrumadoramente la Presidencia siendo oposición y sin contar con la holgura de recursos de quienes tenían el poder.

Sin embargo, existe otro flanco de la vida pública ligado a lo anterior que es sinónimo de irracional: el funcionamiento actual de las Cámaras de Diputados y Senadores. Están entre los órganos menos confiables de la gente. El ciudadano no se siente identificado ni representado por esos poderes. No le sirven como quisiera, están distantes del hombre de la calle, no les ve sentido ni utilidad práctica.

Al menos para la mayoría de la gente.

Y pasan los años y nadie osa tocar ni con el pétalo de una idea a esos entes que para el sentir de la sociedad son inútiles, improductivos y extravagantes.

Ahí, en esos monstruos presupuestívoros ilógicos y a veces demenciales, hacen falta, urgen, propuestas y acciones disruptivas. Si tienen una misión de contrapeso del poder, vigilancia e intermediarismo, que funcionen con otras reglas, parámetros y resultados.

Que se modernicen y presten un servicio visible, tangible, creíble y productivo.

Que su existencia y funciones tenga un sentido lógico y responda exactamente a las necesidades del México contemporáneo.

Así como están y operan, constituyen en gran medida poderes rémora de la sociedad. Son instituciones obesas y cancerígenas para la saludable marcha del cuerpo social mexicano.

Quien toque con la vara de la inteligencia, responsabilidad, imaginación y osadía estos monolitos arcaicos e inadecuados, obtendrá el beneplácito de la gente.

xgt49@yahoo.com.mx

 

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Xavier Gutiérrez

Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.