ChatGPT: el legado de Alan Turing

  • Jazmín Jiménez Bedolla
“Porque el pasado siempre nos muestra el futuro, y la tecnología no es la excepción”

¿Les ha pasado que, en momentos de su vida diaria o profesional, nombres de personajes, heroínas o genios vienen a su mente de manera inevitable?

Eso es exactamente lo que me sucedió cuando comenzó el boom de ChatGPT. Fue imposible no pensar en Alan Turing, quien es considerado el padre de la Inteligencia Artificial (IA) debido a que puso las bases en 1950 sobre una "máquina pensante" conocida como la "prueba de Turing" (aunque el concepto de inteligencia artificial fue acuñado más tarde por John McCarthy).

Es importante tener en cuenta que la IA no nació con ChatGPT y aunque está avanzando a pasos agigantados, todavía queda mucho por hacer antes de que llegue el Armagedón hecho IA (si es que eso sucede antes que otras catástrofes).

Cuando algo nos inquieta, es importante reflexionar sobre el porqué nos causa esa sensación o emoción y las tecnologías pueden ser uno de esos factores.

El modelo abstracto para la computación que Turing proporcionó fue crucial para el desarrollo de la programación de computadoras, lo que ha permitido el surgimiento de herramientas como ChatGPT y todas sus variantes, gracias a que su código es open source.

Aunque “pensar” e “inteligencia” son palabras que tienen definiciones no universales y dependen del contexto, la pregunta de Turing sobre si existen computadoras digitales que puedan imitar el comportamiento humano en un juego de imitación, ha sido fundamental para el desarrollo de la IA.

A pesar de que las bases de la IA surgieron a mediados del siglo pasado, la punta del iceberg llegó con ChatGPT. La UNESCO y más de 25 mil personalidades han pedido una pausa de seis meses en el desarrollo de la IA a todas las empresas que estén desarrollando una más avanzada que ChatGPT-4, debido a los riesgos que se describen en la carta que enviaron.

Desde mi perspectiva, estos temas ya están impregnados de cuestiones políticas y económicas, que surgen cuando el más poderoso no tiene el control de lo que le permitiría tener el control.

¿Qué podemos hacer ante el desarrollo de la IA, como docentes, profesionistas, madres, tías, etc.?: ¿Detenerla? ¿Evitar su uso? ¿Implementarla en la vida cotidiana? ¿Ignorarla? ¿Sumarnos? ¿Aprovecharla? ¿Negarla? ¿Preocuparnos? ¿Asustarnos? ¿Alegrarnos? ¿Minimizarla? ¿Maximizarla? ¿Ampararnos? ¿Firmar la carta de la UNESCO? ¿Capacitarnos? ¿Probarla? ¿Compartirla? ¿Comprarla? ¿Compararla?

Muchas preguntas, pocas respuestas…

En mi experiencia, la IA ha sido una gran aliada en mis actividades diarias como docente, optimizando mis tiempos y brindando una atención más personalizada a mis estudiantes. He mejorado los tiempos de investigación, de inventiva y de creación, pues me ayuda a agilizar mis propias lluvias de ideas y me amplía la información de una manera casi inmediata.

Y que les digo en mis tareas domésticas, por supuesto que también me he visto beneficiada, casi siempre optimizando tiempos para dedicarlos a mi familia y a otros menesteres (en la siguiente emisión les compartiré algunas estrategias).

Es necesario comenzar desde el principio para comprender paso a paso que aquéllos que contribuimos al desarrollo de alguna tecnología o proyecto lo hacemos siempre para resolver, ayudar o mejorar; y que lo que sucede con el lado oscuro no es culpa de la tecnología en sí misma, sino de quienes la usan de manera irresponsable y poco ética.

Para desarrollar IA debemos saber al menos: fundamentos de programación, matemáticas y estadística, aprendizaje automático, procesamiento de lenguaje natural, herramientas y marcos de trabajo, investigar y experimentar. ¿Cuántos de nosotros cumplimos con estos mínimos requisitos?

Alan Turing sí los cumplía, fue un matemático, lógico, informático teórico, criptógrafo y biólogo teórico que ayudó a acortar la Segunda Guerra Mundial entre dos y cuatro años. Triste, terrible y frustrante, su contribución no fue suficiente para que no fuera arrestado y condenado por sus preferencias sexuales.

Conmemoremos a Turing, dejemos que nuestra #CiudadDigital y la IA sigan creciendo y mejorando en pro de ser mejores seres humanos, sin dejar que el miedo nos detenga para aprovechar las tecnologías que tenemos a nuestro alcance.

La autora es académica de la Universidad Iberoamericana Puebla.
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Jazmín Jiménez Bedolla

Ingeniera en Ciencias de la Computación por la BUAP y maestra en Administración de Tecnologías de la Información por la UVP. Certificada en Aula Invertida por la Flipped Learning Global Iniciative. Es responsable de los Entornos Virtuales de Aprendizaje en la Coordinación de Educación Virtual de la Ibero Puebla.