Mi propuesta económica

  • Gustavo Mena Porras
Un gobierno que no quiere realizar pruebas, que no tuvo la preparación previa
No entraré al tema de la estrategia de salud seguida por el
gobierno federal. Es claramente fallida y mentirosa (sólo nos
enteramos que el número de contagios había que multiplicarlo
por 8.2 hasta la entrevista de López-Gatell con The
Economist). Un gobierno que no quiere realizar pruebas, que
no tuvo la preparación previa, que recompra insumos médicos
a precios más caros, que no promueve la investigación para
buscar medicinas o vacunas; dependiente de la dádivas de
China y Estados Unidos hará que el confinamiento sea más
tardado que los demás países y por lo tanto con más costos
para México.
Derivado de lo anterior, es necesario tener una estrategia
económica y todavía no es tarde para ello.
Me parece que la propuesta se debe dividir en dos: Una
estrategia para apoyar el empleo y una nueva política
económica incluyendo a Pemex.
A diferencia de la crisis financiera de 2008-2009 que se
originó por una caída de la burbuja inmobiliaria en Estados
Unidos y que por lo tanto pegó a bancos y a la población que
tenía créditos hipotecarios; la crisis actual tiene un factor
exógeno, un tema de salud y el golpe es en el empleo pero
derivado no de la enfermedad, sino de la medicina, es decir,
el confinamiento en casa.
Pienso que la estrategia para apoyar el empleo debe tener
tres ejes:
1. Las micro y pequeña empresas deben con base en el
registro del IMSS ser apoyadas con el pago de 2 meses
 
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de salarios, el gobierno debe absorber las aportaciones
obrero-patronales de IMSS e INFONAVIT.
Debería anunciarse de inmediato, la ampliación del plazo por
2 meses para la declaración anual de impuestos de personas
físicas, considerando que muchas micro empresas actúan
como personas físicas.
Créditos del gobierno a tasa 0 por un año de hasta 10 o 20
mil pesos.
2. Para las medianas empresas que tienen más de 30 y
hasta 100 trabajadores y facturan entre 100 y 250
millones de pesos anuales hay que considerar durante 2
meses el pago del 50% de los sueldos y la totalidad de
las aportaciones obrero patronales de IMSS e
INFONAVIT.
En un momento de crisis sanitaria no se puede dejar de
financiar al Seguro Social.
La banca de desarrollo debería otorgar créditos con tasas sólo
para recuperar la inflación y no esperar utilidades de los
mismos. El gobierno no está para la usura en este momento.
En ambos casos, para micro, pequeñas y medianas empresas
los gobierno estatales deberían condonar por 3 meses el
impuesto sobre la nómina. Requerimos premiar el empleo no
castigarlo.
Las pequeñas y medianas empresas generan alrededor del
48% del PIB y el 78% de los empleos. Si estas empresas
quiebran o despiden a sus empleados la crisis para México
puede ser brutal y el gobierno no lo ha entendido.
El tercer eje debe ir dirigido a las industrias que se ven mucho
más afectadas que las otras por el COVID-19; es decir las que
tienen que ver con el turismo sin importar si son grandes o
pequeñas.
 
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El turismo representa más del 8% del PIB en México, genera
alrededor de 2.3 millones de empleos y representa 21 mil
millones de dólares en divisas.
Este gobierno dejó caer a México de la sexta a la séptima
posición en el ranking mundial y si ahora no lo apoya
estaremos fuera del top ten.
Primero hay que apoyar a la aviación. No queremos tener otra
quiebra como Mexicana ni que el gobierno haga requisas,
expropiaciones o tome la aviación. Los salarios son altos pero
son pocos, hay que pagarlos al igual que sus aportaciones
sociales.
La baja del precio del petróleo disminuyó el costo de la
turbosina y si el gobierno le da plazo para pagarla pues con
eso tienen. Ahora hay que aprovechar el momento para
negociar mejores condiciones para los pasajeros y evitar los
abusos que cometen.
En el caso de hoteles y restaurantes la ocupación hotelera
cayó terriblemente y muchos cerraron al igual que los
restaurantes.
En estos negocios los empleados están acostumbrados a las
propinas ya que generalmente solo tienen el salario mínimo.
Pago de sueldos, seguridad social, impuesto a la nómina y
préstamos con tasa 0 de la banca de desarrollo, son
indispensables para que este sector prospere.
Esta es la parte de la población que genera “economía” lo que
queda de la clase media y que de una u otra forma paga
impuestos.
El gobierno no se da cuenta o no se quiere dar cuenta que los
dos impuestos más importantes que recauda, IVA e ISR salen
de aquí. Si no hay consumo ahorita y no hay consumo
después por el desempleo no habrá IVA. Si no hay producción
y no hay utilidades no hay ISR. Sin estos impuestos no tendrá
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recursos el gobierno para subsidiar a los pobres, ni para las
participaciones y aportaciones a los gobiernos estatales ni
tampoco para el tren Maya, el transísmico, el aeropuerto de
Santa Lucía o la refinería de 2 bocas.
Por otro lado una buena parte de la población que sufre
pobreza o pobreza extrema ya recibe apoyos de los
programas sociales de los gobiernos federal, estatal y
municipal como la pensión para adultos mayores, becas para
hijos de madres solteras, jóvenes construyendo el futuro, etc.
Estos programas habría que ampliarlos en monto y alcance.
El presidente prometió 2 millones de empleos para fin de año.
Eso será imposible de lograr. En tres semanas del “Quédate
en casa” se perdieron 346 mil empleos en México.
Por ello, si el gobierno no vislumbra la crisis de empleo y no
toma cartas en el asunto los problemas para todos serán de
proporciones inimaginables.
El costo de los apoyos no importa hay muchas fuentes de
financiamiento.
Hasta aquí la primera parte.
Sin turismo, sin remesas y con precios de petróleo bajos y
poca producción el gobierno se quedará sin divisas.
Esto y el urgente cambio en la política económica será
materia de una segunda entrega.

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Gustavo Mena Porras

Abogado por la Escuela Libre de Derecho, con diplomados en Análisis Político por la BUAP y en Finanzas por el TEC de Monterrey. Maestría en Administración pública Universidad de Columbia,  Nueva York