La pandemia del COVID 19 llegó a México, y con ella la denuncia de los médicos y enfermeras de la falta de insumos para estar seguros en el ejercicio de su profesión. 

En los hospitales no solo el personal que está en el área restringida y atiende a los que han sido diagnosticados con la enfermedad han estado en contacto con enfermos de COVID 19, también las enfermeras que canalizaron, los camilleros, el personal de limpieza, el vigilante, etc. Hoy la mayoría de ellos carecen de lo necesario para estar protegidos y atender a los pacientes. 

Si la pandemia no empezó ayer ¿Por qué el gobierno no tomó acciones concretas para garantizar la seguridad de los médicos y enfermeras que están atendiendo a los enfermos?, ¿Por qué en lugar de recomendar abrazos y minimizar lo que estaba sucediendo no se alertó a la población?, ¿Por qué en lugar de coordinarse en las tres instancias gubernamentales para hacer frente a la pandemia están viendo de quién es la culpa que falten los insumos para el personal en los hospitales y para los enfermos?

La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos adopta el 10 de abril del presente año, la  resolución 1/2020 sobre pandemia y derechos humanos en las Américas en la que se destaca la salud como un bien público que debe ser protegido por todos los Estados ya que toda persona debe gozar del más alto nivel de bienestar físico, mental, social, por lo que emite entre sus recomendaciones a los estados miembros el proteger los derechos a la vida, salud e integridad de las personas que se encuentren en sus jurisdicciones frente al riesgo que representa la presente pandemia ,además ante la circunstancias actuales de  que constituyen una situación de riesgo real, los estados deben adoptar medidas de forma inmediata y de manera diligente para prevenir la ocurrencia de afectaciones al derecho a la salud, la integridad personal y la vida. Tales medidas deben ser enfocadas de manera prioritaria a prevenir contagios y brindar un tratamiento médico adecuado a las personas que lo requieran.

 La directora de la Organización Panamericana de la Salud, Carissa F. Etienne, hace un llamado a los países a aplicar medidas para proteger a los trabajadores de la salud ya que “La escasez del equipo de protección más básico deja a los médicos, enfermeras y otros trabajadores de primera línea en peligro vulnerable a medida que atienden a pacientes con COVID-19 ".

Hoy en Puebla, no se están acatando las recomendaciones emitidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y de la Organización Panamericana de la Salud, ya vemos manifestaciones de doctores y enfermeras solicitando lo mínimo para la realización de su trabajo como los cubrebocas N95; en el que si tienen uno, les debe durar una semana, cuando su efectividad es de 8 horas. 

Los googles y caretas son insuficientes lo que provoca que los mismos sean usados en todos los turnos limpiándose de manera inadecuada al no ser esterilizados. Hace falta batas, guantes de nitrilo o quirúrgicos, soluciones antisépticas, etc.

 Ante la realidad del personal de nuestros hospitales, pienso en su angustia de ejercer su trabajo sin la protección necesaria y que al estar expuestos puedan ser contagiados y a su vez puedan contagiar a sus familias.

Gobernador el que los médicos y enfermeras se levanten y dejen sus familias para cumplir con el ejercicio de su vocación, implica un compromiso de las autoridades para brindarles las herramientas de trabajo que requieren para hacer frente a la pandemia. No es justo que tengan que gastar su salario o tramitar amparos para exigir lo que por derecho deberían de tener. No es momento de tomar decisiones sobre la mesa, hay que salir y conocer su realidad,   no se puede tapar el sol con un dedo, escuche lo que tienen que decir los doctores, enfermeras, camilleros, pacientes. Segura estoy que al conocer a las personas, dejarían de ser números.

Lo que corresponde a nosotros como sociedad es mantener nuestra distancia, guardándonos en casa, agradecer al personal de los hospitales su trabajo, reconocer su valentía y dedicación. Es momento de ser solidarios y responsables.