En estados Unidos viven y trabajan 11 millones de migrantes mexicanos. La mitad cuenta con un estatus migratorio legal, mientras que la otra mitad, unos 5.5 millones de mexicanos son indocumentados. De estos 11 millones de connacionales, un millón y medio son poblanos que, en su gran mayoría, radican en Nueva York y Los Ángeles, dos de las regiones más afectadas en la Unión Americana por la pandemia del coronavirus.

Según información del Pew Research Center, los mexicanos que tienen una situación migratoria irregular, no cuentan con acceso a servicios médicos ni a un seguro de desempleo. Pese a que en Nueva York y otros estados como California, han decretado como ilegal el condicionamiento de servicios médicos con base en el estatus migratorio, la realidad es que a muchos connacionales se les está negando la atención hospitalaria debido al colapso de los servicios de salud. La mayoría de los pacientes, sobre todo aquellos que presentan síntomas moderados, están siendo enviados a su casa para recuperarse, lo que, en muchos casos se ha traducido en personas fallecidas en sus propios hogares. 

De acuerdo con un reciente reporte de Los Ángeles Times, en Estados Unidos al menos 150 mexicanos han perdido la batalla contra esta enfermedad. De este total, 24 son originarios de Puebla que, en su mayoría, trabajaban en los estados de Nueva York y California. Muchas de sus familias en Puebla han perdido la comunicación con las autoridades consulares y no hay información clara sobre el estado de salud de los paisanos que están hospitalizados ni sobre los trámites para repatriar los restos mortales de quienes lamentablemente han fallecido.

La realidad es que los consulados de México en Estados Unidos están rebasados y no tienen la capacidad para atender las solicitudes de información y trámites necesarios en esta situación de crisis. En ese sentido, considero de vital importancia que nuestros paisanos en Estados Unidos sientan nuestro respaldo absoluto en estos momentos de desesperación e incertidumbre.

Pensando en ello, en mi calidad de diputado federal, he presentado un punto de acuerdo en la Cámara de Diputados exhortando tanto al Gobierno Federal como a los gobiernos estatales, para que, de manera urgente se liberen recursos económicos inmediatos en apoyo a las tareas de los consulados de México en Estados Unidos, empezando por los de Nueva York, Los Ángeles, Chicago y Washington D.C.

Estos recursos servirán para apoyar el pago de la repatriación de restos mortales de nuestros paisanos, así como para agilizar la atención y apoyo en general a nuestros connacionales que han decidido permanecer en Estados Unidos.

Asimismo, he solicitado que la Cancillería Mexicana ponga en operación un número telefónico exclusivo para migrantes mexicanos, una Línea Migrante. La idea es crear un mecanismo de contacto a través de un centro telefónico exclusivo, que les permitirá a nuestros migrantes resolver todas las dudas relacionadas con su situación migratoria y sanitaria. Y que, al mismo tiempo, puedan comunicarse con su gobierno local aquí, para obtener información sobre su región o municipio, sobre su familia, así como orientación y apoyo si es que deciden regresar.

Para aquellos paisanos que tomen la decisión de retornar, he propuesto, primero, exhortar formalmente a los bancos mexicanos a que acepten la Matrícula Consular como documento de identificación oficial. Esto servirá para que aquellos paisanos que regresen puedan acceder a sus cuentas bancarias aquí, para disponer de sus ahorros o para realizar cualquier otro trámite oficial.

Y segundo, establecer un esquema de seguimiento epidemiológico a los paisanos que regresen. Muchos poblanos originarios de Puebla, Atlixco, Izúcar, Chietla, Acajete y otros municipios buscarán retornar con sus familias, por lo que resulta fundamental garantizar que esos retornos no signifiquen focos de riesgo de contagio a través de la instalación de módulos de orientación y diagnóstico oportuno.

Estos momentos de crisis exigen decisiones a la mayor velocidad posible. Nuestros paisanos merecen todo nuestro apoyo. Cada uno de ellos dejó su comunidad y a su gente, para ir en busca de mejores oportunidades para su familia y para su país. Nuestros paisanos poblanos enviaban cada año cerca de 30 mil millones de pesos en remesas.

Nuestros migrantes tienen que saber que no están solos. Que México está con ellos. Que Puebla está con ellos. Que un Mexicano allá es un mexicano acá. Que un poblano allá es un poblano acá. En nombre de las y los poblanos, envío toda mi solidaridad y mi apoyo, a mis paisanos y a sus familias. Estoy seguro de que, si trabajamos unidos, saldremos adelante.