El 6 de julio de 1885, el químico francés Louis Pasteur, por primera vez en la Historia, desarrolló una vacuna contra la rabia obtenida de tejido cerebral de conejos, la cual empleo con éxito en el tratamiento del niño Joseph Meister que había sido mordido por un perro. Es casi increíble que a 134 años después mueran casi 600,000 personas cada año de rabia en todo el mundo, en su mayoría de países de África y Asia. Lo peor es que en su mayoría son causadas por la mordedura de un perro rabioso., y la mayoría de ellos viven usualmente  en pobreza, con condiciones de salud deplorables y por ende no se vacunan los perros contra la rabia. Un aspecto muy relevante es que una vez que se detectan los síntomas, es casi seguro que se morirá de esta enfermedad en un período de 1 a 6 meses. Por lo tanto, ante una mordedura de un perro, que se presuma rabioso, se debe acudir a una clínica de salud para ser vacunado.

En Europa Occidental y América del Norte con un mayor control sobre las poblaciones de perros; entonces la fuente del virus de la rabia se debe a mordeduras de zorrillos, mapaches, lobos, zorros, murciélagos, entre otros. El panorama en México es que no tenemos muertes por rabia, pero si muchas personas que son mordidas por perros. Debemos de evitar la condición de calle de este acompañante del hombre y así cumplir con la meta fijada por la Organización Mundial de la Salud de que nadie muera de rabia en el 2030.