Puebla ¿Ser gobierno desde la izquierda puede ser un naufragio?

  • Nicéforo Rodríguez Gaytán
La izquierda se fue configurando como una postura ideológica como una alternativa contestataria

La izquierda moderna, responsable, como opción política, hoy en día, está ligada a las ideas de cambio, de progreso y bienestar, es la credibilidad en sus propuestas programáticas sustentadas en su viabilidad y factibilidad la que determina ser alternativa de gobierno para los ciudadanos. Ser de izquierda o estar a la izquierda en el siglo XXI, es reivindicar la consecución de principios y valores como la: libertad, igualdad, respeto a la dignidad humana, principios de equidad,  justicia social, bienestar, solidaridad, fraternidad,  defensa irrestricta con los derechos humanos,  los valores de la democracia y cultura de la  legalidad.

La izquierda se fue configurando como una postura ideológica en gran medida, como una alternativa contestataria, rijosa, de protesta contra el Estado y sus instituciones, quienes se fueron congregando en la izquierda eran personas que luchaban contra el Estado para el reconocimiento de sus derechos pero también, para derrocar a la élite de poder que dirigía al Estado y por ende al gobierno, todo ello mediante una postura crítica contra las acciones de los gobernantes.

Fueron décadas de lucha para derrocar a las élites y los gobiernos autoritarios, de expresar y denunciar mediante las movilizaciones sociales, los fraudes electorales y el autoritarismo del gobierno, practicas hechas por el partido hegemónico en el poder (PRI) y después por el PAN, hasta que paulatinamente los partidos identificados con la izquierda fueron ganando espacios políticos en los niveles estatal y municipal de gobierno para dejar de convertirse en movimientos de protesta, anti sistémicos, ideológicos contra el Estado.

Después de años de lucha, la izquierda llegaría al poder en 2018, por medio de uno de los partidos políticos que se ha identificado con esta corriente política- ideológica, MORENA.

Esto ha representado uno de los más grandes triunfos de la izquierda en México, no obstante esto es una dualidad, pues por un lado, es un triunfo pero también es un reto, ya que el primer paso ya se dio, llegar al poder, pero el segundo y más  difícil es ser gobierno sobre una base institucional que fue construida desde otra perspectiva política y que hoy todas estas instituciones aún  pueden no ser compatibles con la izquierda que está en el gobierno.

Al respecto habría que hacerse una pregunta importante ¿Qué se entiende por un gobierno de izquierda, qué es ejercer el poder político desde una postura de izquierda?

Esta es una pregunta compleja de responder,  porque de inicio, gobernar no es una tarea fácil e implica cuestiones técnicas, administración de recursos, lo cual involucra factores cuantitativos, medibles y obviamente políticos, que hace del gobierno una tarea aún más difícil, cuestiones que si bien pueden verse influidas por ideologías,  en esencia,  la mayor parte son aspectos técnicos, administrativos, económicos y financieros principalmente, gobernar implica administración pública. El estado necesita por su propia naturaleza para lograr su finalidad,  del gobierno y la administración pública.

La administración pública funciona a través de organizaciones institucionales, sin instituciones no puede haber gobierno, por tanto la izquierda si desea hacer un cambio de régimen político es decir, una forma no autoritaria de ejercer el poder, debe crear una conjunto de instituciones que permitan lograr sus propósitos que le dan identidad,  pero para ello primero debe crear principios de identidad, de pertenencia, de legitimación que le den cohesión y que la separen de los vicios y tentaciones basadas en la corrupción y autoritarismo por los cuales se reveló y luchó por su eliminación.

La izquierda no sólo es lucha, revolución, debe ser constructor y corrector de los defectos institucionales  que existen, pero paralelamente debe diseñar instituciones que sean capaces de atender con honestidad, eficacia, eficacia y efectividad las necesidades de la población, dejar la confrontación y denostación, para hacer acciones de gobierno que hagan la diferencia de las practicas de gobiernos corruptos que le antecedieron por décadas, de lo contrario, corre el riesgo de convertirse en un conjunto de buenos deseos plasmados en discursos demagógicos que causarán problemas serios de gobierno y desilusión de la población.

En esta perspectiva, en Puebla, la alternancia política en 2019 contra (PRI-PAN-PRD), por la Coalición encabezada por Luis Miguel Barbosa Huerta, Gobernador Electo,  ha traído consigo un proceso de transición política centrado en 2 aspectos estructurales: proceso de cambio de régimen autoritario y patrimonialista a un régimen democrático; un nuevo modelo de gobierno basado en la libertad, la austeridad, la solidaridad, la honestidad, la igualdad y la búsqueda de la felicidad, para la construcción de la paz y el bienestar de los poblanos. 

Un  cambio de régimen  del Estado de Puebla, a través del  rediseño profundo de sus poderes públicos. Cancelar  la estructura institucional al servicio de los negocios de unos cuantos, el autoritarismo y la corrupción, para avanzar hacia la conformación de una organización austera, transparente  y cercana a la gente. 

Un gobierno de izquierda moderno, responsable, democrático, ciudadano,honesto, austero,transparente,que rinda cuentas,eficaz,eficiente y que impulse políticas públicas de fuertecontenido social.

Rumbo seguro, definido, con vocación social e identidad de izquierda se plasma en la propuesta del Plan de Gobierno de Luis Miguel Barbosa Huerta, basado en  4 Ejes Estratégicos: Seguridad, Justicia y Estado de Derecho; Recuperación del Campo; Desarrollo Económico para el bienestar de las familias; Disminución de la desigualdad. En complementariedad se formula  como ejes transversales: Gobierno Democrático y Transparente; Gobierno Innovador y Tecnológico;  Equilibrio y desarrollo económico social con una nueva regionalización.

En suma, de acuerdo a los documentos básicos de la Coalición Juntos Haremos Historia,  del Proyecto Alternativo de Desarrollo para Puebla 2018, de los conceptos para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, considerando una perspectiva de género, de desarrollo regional y teniendo como objetivo el bienestar de las familias, así como los ejes programáticos  para reconciliar, construir la paz y lograr el bienestar de Puebla formulados en la campaña de 2019, por el actual Gobernador electo, uno puede concluir que hay una  identidad de izquierda en principios, valores y propuesta programática de gobierno.

Con la integración del gabinete uno puede observar su carácter ciudadano y plural, la evaluación de los primeros 100 días de gobierno será la prueba de fuego, para evaluar capacidades, identidad, compromiso, temple en la toma de decisiones, conducción, dirección y esencialmente en los resultados medibles en beneficio de los sectores de la sociedad.

Ojala todos estén a la altura del gran compromiso centrado en la virtud  de que  al ejercicio del poder, hay que devolverle su sentido ético y moral,  quitarle la frivolidad, banalidad,  insolencia, opulencia y el derroche, devolverle a la política su dignidad y a los políticos  su vocación social y de servicio público.

Los primeros 100 días del ejercicio del poder, desempeño de los Secretarios de Estado, resultados a favor del bienestar de las familias,  resultados de las elecciones intermedias del 2021,  determinara la viabilidad futura de un gobierno de izquierda, caso contrario, la amargura, desgracia, desencanto determinaran en los ciudadanos, otra alternancia y demostración del hecho de que la izquierda no sabe gobernar desde el ejercicio del poder  político.

La sabiduría popular es experiencia de vida y sus enseñanzas nos dicen que “en la vida hay personas que adquieren la costumbre de ser infelices, por ello no es bueno ser desgraciado - la sentencia es inequívoca- el honor inmerecido es el preámbulo a la desgracia”.

nish76@hotmail.com

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Nicéforo Rodríguez Gaytán

Líder estudiantil. Miembro del PSUM, PMS, PRS y PRD. Estudió de nivel medio, superior y Posgrado en la BUAP. Doctor en Ciencias Políticas UNAM. Profesor investigador, Facultad de Derecho y C.S. BUAP