Sindicatos ¿Nueva transformación?

  • Francisco Fraile
Los sindicatos nacionales y locales, en gran mayoría, han sido secuestrados por líderes inmorales

A la fecha, los sindicatos en México han servido únicamente para satisfacer las necesidades y demandas de unos pocos a un costo enorme de los agremiados. Líderes sindicales ricos, obreros pobres.

Hablemos a lo derecho, los sindicatos nacionales y locales, en una gran mayoría, han sido secuestrados por líderes inmorales, poco honestos, corruptos y carentes de solidaridad con los trabajadores y el resto de la sociedad.

Lamentablemente, en la actualidad los sindicatos mexicanos no gozan de buena fama. La verdad sea dicha: nunca, ni en los momentos gloriosos de la CTM. Gran parte de la sociedad y de la opinión pública sienten, en el menor de los casos, desconfianza de ellos.

Es más, la mayoría de los trabajadores vive ignorando qué hace su líder en la propia empresa donde trabaja, así como el de la dirigencia estatal y, con mayor razón, la nacional. Una de las causas es la perpetuidad de sus líderes, y en la mayoría literalmente hasta la muerte, considerándolo más de uno como patrimonio familiar. Ejemplos Napoleón Gomez: “papi regaló sindicato minero”.

Hoy, redimido por López Obrador, el sindicalismo oficial y oficioso comenzó con el sistema político mexicano, es uno de sus pilares, es un importante soporte, la mano de Obregón y posteriormente la de Calles en la Casa del Obrero Mundial y en la CROM, marcó el rumbo de los sindicatos nacionales, les dieron rifle, usaron  a los obreros para la revolución, luego para inducir los votos se les hizo hasta secretarios de Estado. Sin duda, Napoleón N. Morones es el prototipo a seguir, cada sindicato nacional tuvo la bendición del gobierno nacional, incluyendo los independientes como el propio VW.

En el año de 1968, cuando los estudiantes y la sociedad gritaban: “libertad de prensa, libertad de pensamiento”;  los sindicatos nacionales gritaban: “¡Viva Díaz Ordaz!”. Los sindicatos se convirtieron en apoyos electorales para el PRI en años anteriores a la alternancia, en ese momento hay un cambio, principalmente porque los mexicanos afiliados a algún sindicato son minoría (ya no le costea el acarreo al candidato político).

Entonces empezó la era camaleónica sindical ¿cuál es el signo del gobernante? Pues  de ese color somos. El ejemplo más claro fue la elección del 2018 y 2019 en el Estado de Puebla “Sra, a sus órdenes ¿Verdad que nos vemos bien de azul?”, “Sr. verdad que nos vemos muy bien de guinda?", “siempre consideramos, usted debió de ganar.”

Que sea esto un llamado a su origen:  la defensa del trabajador.  Hoy, se cierne sobre este sindicalismo una sombra: el actual gobierno.  Sí, el de López,  vía Napoleón, está organizando un nuevo corporativismo. No es en la abyección donde se resuelve el nuevo sindicato, sino  volviendo al origen. Lo más importante de un sindicato son sus agremiados.

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Tu amigo, Paco Fraile

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Francisco Fraile
Ciudadano, maestro y servidor público. Ha sido Senador,  Diputado Federal y Delegado del Seguro Social en Puebla. Maestro, ponente y autor de "Y los obreros ¿Qué?" entre otros.