La Agenda de Puebla: vislumbrar el futuro

  • Alberto Amador Leal
La dinámica, intensidad y momento trágico que condujeron a la situación actual del Estado

Alberto Amador Leal

Puebla vive momentos decisivos. Como en la década de los sesentas, del siglo pasado, en la que se dio la caída del avilacamachismo y el surgimiento de un nuevo orden, estamos ante la posibilidad de transmutar la coyuntura en oportunidad de cambio verdadero. La otra ruta , simplemente,  sería dar  curso a un cambio inercial como ha sido en tantos otros tiempos de vértigo o de transiciones pactadas sin repercusiones en los problemas de fondo.   Por lo pronto  el despliegue del Gobierno interino ;  las elecciones extraordinarias que se celebraran el 2 de junio próximo; y  el inicio del nuevo gobierno, el 1 de agosto; constituyen tres procesos determinantes.

 En efecto,  la dinámica, intensidad y momento trágico que condujeron a la situación actual del Estado y la sociedad de Puebla, aunado al cambio de régimen político por el que transita la Nación, imponen un reto y responsabilidad trascendentes al gobierno interino y a todos los actores políticos: garantizar que, en el proceso inédito en curso, se preserve el estado de derecho, la seguridad, la gobernabilidad democrática y se promueva la reconciliación y unidad de los poblanos. En este sentido, la experiencia y ejercicio prudente del poder del Gobernador Pacheco Pulido serán activos determinantes. En un periodo tan breve, en situaciones excepcionales de gobierno, se requiere de un equipo a la vez plural, pero cohesionado. Desde luego el gabinete esta llamado a  garantizar eficacia, honestidad y pertinencia  en la gestión pública.

En cuanto al proceso electoral, hasta ahora, sin demerito del esfuerzo de dialogo y contacto popular de los candidatos, ha sido  impactado por las disputas en torno las candidaturas de los partidos. La elección interna de MORENA se complicó   por la crispación de posturas e intereses internos. Lo que parecía una decisión lógica y sobre todo justa:  que Luis Miguel Barbosa repitiera la elección, empezó a ser cuestionada primero por su estado de salud y después  en aras de la democracia interna. 

Morena protagoniza,  lo que todo movimiento   ascendente que llega al poder padece: la sensación de que, quienes participaron, fueron protagonistas  principales en la construcción de la victoria  y , por tanto, merecedores del ejercicio del poder en sus diversas  expresiones.   Por el bien de Morena y sus aliados,  y por el bien de Puebla, lo deseable es que pronto den punto final a este desencuentro. En el Frente PAN-PRD-MC tampoco  ha habido sensatez para sopesar la candidatura de Enrique Cárdenas en la profunda crisis de la anterior coalición gobernante. En tanto que en el PRI, la candidatura de Alberto Jiménez Merino, se ha visto afectada por las resoluciones  judiciales del caso Lydia Cacho. 

Pese a todo ello, los candidatos están llamados a iniciar , desde ya , la  reflexión profunda sobre el como y el qué en la construcción del futuro de Puebla.   No es una tarea sencilla llamar,  en los tiempos que corren, a la reflexión sobre el porvenir. El campo de batalla parece más propicio para  la vorágine del activismo   y la  tentativa de  recomposición  apresurada de las estructuras de poder colapsadas por la tragedia. Pero estamos ante  un vació conceptual, de rumbo  y  una 4T en curso,  con enormes desafíos e interrogantes . Por ello  a  escasas seis  semanas de la elección, aun hay tiempo, por ejemplo, para llamar a la comunidad académica, a los factores de la producción  y organizaciones  a  replantear, por lo menos de manera indicativa, la experiencia histórica,  los fundamentos teóricos, las  metodologías   e instrumentos del desarrollo. Vislumbrar el futuro constituye un  quehacer al que debemos dar el tiempo y el espacio indispensables.

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Alberto Amador Leal

Ingeniero por el IPN. Con Maestría en Gobierno y Asuntos Públicos UNAM. Diputado Federal a las LIV, LVII y LX Legislaturas, Diputado Local LIV Legislatura. Con diversos cargos federales y locales