¿Puede reivindicarse la imagen de un “dinosaurio” político?

  • Alejandra Salcedo
Estrategia de imagen para cambiar la percepción de quienes gobiernan nuestro país.

Si eres un político de los llamados dinosaurios y deseas reivindicar tu reputación, este artículo es para ti, ¿cómo cerrar tu vida pública con buena imagen si en tu quehacer existen historias negativas?

 

La profesión en imagen pública tiene el objetivo de posicionar, vender y proyectar coherentemente a las personas, productos, servicios e instituciones, para ser percibidos de la forma deseada por parte de sus audiencias metas. Sin embargo, es de vital importancia estar verdaderamente convencido para lograrlo, pues el cambio yace en el reconcimiento y aceptación del ser, de su esencia.

 

Por ello, es importante considerar el primer paso. Los políticos de más de 50 años deben mantenerse firmes a la personalidad que han construido para lograr los objetivos que se plantearon en sus inicios, aceptarse y retomar el camino del crecimiento personal para impactar también en el bienestar de la ciudadanía.

 

Lograr una transformación real y sólida como la que México espera para los próximos meses -en donde el cometido es ser un país digno, impecable y distinguido-,  requiere que nuestro “dinosaurio” siga una estrategia que respete los cimientos de la Nación y, al mismo tiempo, trazar rutas que conlleven a la ejecución de actos coherentes entre las palabras prometidas y las acciones realizadas. Lamentablemente, esta “fórmula” puede no tener efecto y, por ende, ser un fracaso inmediato cuando la incoherencia a los principios y a la esencia es una constante.

 

La incoherencia es el principal acto que puede destruir una reputación, pues ésta se debe construir de forma perseverante y firme; de lo contrario,  lo único que se puede esperar es un impacto negativo difícil de corregir. Recordemos que en términos de imagen y reputación siempre tomará más tiempo y será más difícil reconstruir una imagen que construirla desde el principio.

 

Un foco rojo como ejemplo es ver que la mayor incoherencia del Gobierno entrante es la elección de personajes con reputación dañada, presentándolos como los líderes que el país necesita. Algunos de ellos, en efecto, tienen mucho tiempo en el servicio público, pero no han encontrado el camino  para salir de la era “mesozoica”.

 

Los dinosaurios atraviesan uno de sus mayores retos, pues van contra el tiempo para convertirse de especies pasivas a políticos de impacto social antes de su extinción: en políticos que logren modificar su reputación actual de figuras políticas oscuras para mantenerse en la historia como personajes honorables. Esto no será gratis, la mayor inversión que deberán hacer será por medio de una retribución de lo que más necesita el pueblo: dignidad.

 

Si bien este artículo de opinión no tiene el fin de descalificar a los representantes del pueblo, sí pretende demostrarles que aún hay esperanza para recuperar la honorabilidad que algún día pretendieron representar. Sostenemos que la imagen es dinámica, y quienes logren reencontrarse de forma coherente con su esencia, crearán el cambio que tanto se presumió en campaña.

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Alejandra Salcedo

Especialista en la construcción y manejo de percepciones. Maestra en Ingeniería en Imagen Pública, con experiencia docente, en capacitación, gestión de comunicación interna y externa.