Si usted es de los que al calor de las discusiones partidistas ya sacó de los grupos de Whatsapp, Facebook, Twitter, y demás redes sociales a sus parientes, a sus amigos y hasta su pretenso o pretensa, le recomiendo algo muy sencillo, cambie de app. Haga el amor, no la guerra.

Las peleas entre amigos por la defensa del voto, desde hace mucho, no habían sido tan encarnizadas y tan apasionadas. Y sí, se va definir el rumbo del país, pero va a llegar el 1 de julio y usted va a depositar su voto por su aspirante preferido y el 2 de julio se va a dar cuenta que le dejó de hablar al amigo que hacía buenas pachangas, a la amiga que le daba like a cualquier foto en su muro y hasta aquella vieja amiga o amigo que, aquí entre nos, no estaba de mal ver.

Y como todavía falta un mes para el 1 de julio, le doy un buen consejo, instale en su smarthphone las aplicaciones para echarse una partida de un juego virtual, para platicar,  conseguir novi@, pareja eventual o hasta, sexo.

No nos escandalicemos, desde la aparición del internet, allá por finales de los 90, se pusieron al orden del día las páginas de ligue, desde aquellas míticas salas de chat en Yahoo, Starmedia y Latinchat, donde los usuarios platicaban en público y nunca veían las fotos de los participantes, hasta las muy mejoradas app gratuitas o de pago o Premium para ligar.

Aunque según las estadísticas, en México rayamos en la categoría de conservadores porque todavía es muy bajo el nivel de citas, hay países como Argentina donde el 30 por ciento de las parejas, de jóvenes o adultos, se conocieron por internet.

Podemos decir que hoy en día no sólo los millennials se atreven a conocer gente por internet.  Muchos ochenteros dieron el salto.

Existen plataformas enfocadas a distintos nichos de edad, desde las muy informales hasta las que están diseñadas para posibilitar encuentros serios y con clara perspectiva de futuro.

Pero vayamos a las recomendaciones. Mire usted, hay gran cantidad de páginas como match.com, Tinder, Tagged, Be2, Elite singles, C.date, Bumble, Badoo, Ashley Madison, para todos los perfiles, solteros, casados, heterosexuales, homosexuales, de todo.

Una de las más socorridas es Tinder,  entre cuyas gracias te indica quiénes están cerca de usted, según su ubicación geográfica.

Para comenzar, Tinder se registra con tu cuenta de Facebook, los usuarios suben hasta seis fotos y señalan el rango de edad de la gente que les gustaría conocer. Esto es lo que hace diferente a Tinder de Tagged, por ejemplo. Al momento, las personas pueden ubicar a los usuarios que se encuentren más cerca de ellas, en un rango de 8 a 200 kilómetros.

Tinder busca personas que estén registradas cerca y así comienza el juego. Si el usuario le da "me gusta" a alguien y si le regresan el "me gusta", entonces  se hace un match, la app marca un corazón verde y, se abre un chat para que ambas personas puedan platicar.

Me parece que esta app multiplica las oportunidades de conocer gente y ayuda a reducir el miedo al rechazo, pues los usuarios simplemente ignoran la ausencia de un “me gusta” y siguen en la búsqueda de alguno de los millones de usuarios que están ahí esperando.

Hoy en día hay muchos escépticos del éxito de una relación de pareja que se conoce en internet. Con frecuencia escucho descalificaciones como “eso nunca resulta”, “es muy riesgoso”. En lo personal no lo creo, pienso que conocer a personas en Tinder o cualquier otro sitio, es como asistir a una fiesta, a una biblioteca, a un bar y hacer click con otra persona.

De lo que sí hay que desconfiar es de personas con lentes oscuros o con filtros que disimulan la apariencia o aquellas que sólo tengan una foto. Además, como toda app, Tinder no está exenta de spam. Por eso es conveniente no descargar videos o abrir ligas extrañas.

En Tinder, al igual que en la vida real, hay que seguir los consejos de las abuelitas de no verse en lugares alejados y riesgosos, sino en sitios públicos, en restaurantes conocidos, además de no revelar detalles de la vida privada en la primera cita.

Hay sitios como Mixxxer, donde los usuarios expresamente buscan sexo. En Tinder, los usuarios pueden conseguir sexo, amigos o una relación. Las posibilidades son enormes. Y para que se asombre más, ya hay sitios donde hombres adultos mayores pueden buscar convertirse en Sugar Daddy de jovencitas (o jovencitos) que están buscando apoyo financiero. Él le da dinero y ella le regresa amor, se oye muy extraño, pero estas asociaciones sí resultan.

En fin, ya deje de pelear, nadie va a cambiar su voto por más memes que ponga usted en su muro. Añada apps a su teléfono y distráigase con otra cosa.

norcudi@gmail.com