A dos años de las elecciones en España, donde después de muchas negociaciones se pudo lograr la ceremonia de investidura a Mariano Rajoy para ocupar el cargo de presidente de la república, y ante la imposibilidad del PSOE de negociar previamente un gobierno de coalición con las demás fuerzas de izquierda, lo que llevó a una negociación con el PP, los escenarios electorales comienzan a dibujar pocas esperanzas para los partidos tradicionales.  

Parece que la sociedad española le está pasando la factura al sistema tradicional de partidos, a lo que también se suma el intento independentista de Catalunya. Hoy los españoles buscan nuevas alternativas, según el barómetro del mes de mayo.

En la última encuesta de posicionamiento por partido se revela que el bipartidismo que conocimos en España se encuentra en caída, ya que el Partido Popular y el Partido Obrero Socialista Español se encuentran en tercer y cuarto lugar de las preferencias electorales con un 19.5% y 19% respectivamente.

Los partidos que encabezan las preferencias son, Ciudadanos con un 29.1% y Unidos Podemos con el 19.8%. Ambos son institutos políticos de nueva creación, el primero  fundado en 2006 y el segundo  en 2016, si bien aún no han ganado la presidencia de la república, en estos últimos 12 años, han sido piezas claves para la conformación de gobiernos, así como en la composición del parlamento.

El desgaste natural de los partidos en el poder alcanzó a los partidos dominantes, ya que tenía un parecido al sistema de partidos estadounidense, donde el poder se alternaba entre derecha e izquierda por periodos cortos a partir de la caída de la dictadura de Franco.

Aunque los nuevos actores o el cambio de élite en el poder serían muy similar, Ciudadanos como un partido de derecha que surge en Cataluña y Podemos resultado de un movimiento de izquierda que hoy conforma una coalición con más partidos. Según los estudios de Metroscopía elaborados para el diario El País, las nuevas fuerzas podrían reemplazar a los partidos desgastados del PP y PSOE.

Sin embargo, por cuestiones del sistema electoral y de partidos de España si hoy fueran las elecciones, la mayoría de los españoles votarían por una opción de derecha, lo que daría facilidades para una investidura sin sobresaltos como sucedió en 2016, con la diferencia que Ciudadanos tendría la decisión de poner al candidato con mayores apoyos.

Aun faltan dos años para las elecciones generales en España, a pesar de que hay ciertos sectores que buscan que se adelanten, sin embargo, no existen condiciones para hacerlo. Pero es interesante ir analizando las percepciones del electorado por nuevos partidos políticos que generen nuevas expectativas y cómo se han convertido en opciones reales de gobierno.

En este posible escenario será interesante observar el comportamiento de las fuerzas de izquierda y cómo se dará la negociación para la construcción de un gobierno, pues el PP y Ciudadanos, no necesitarían de las izquierdas para definir al futuro presidente de España.