Este 5 de mayo se conmemoró un aniversario más de unos de los principales institutos políticos del país, el Partido de la Revolución Democrática, que a través de estos 29 años de lucha democrática ha logrado mantenerse como una de las principales fuerzas políticas de México.

Previo a las elecciones de 1988 nace la corriente demócratica del PRI encabezada por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, quienes se manifestaron en desacuerdo con las prácticas neoliberales impuestas por el partido hegemónico y junto con otros partidos progresistas lograron la postulación a la presidencia de la República del Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Así las fuerzas políticas de izquierda como el Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, el Partido Social Demócrata y el Partido Popular Socialista, consolidaron una alianza que haría historia en la vida electoral del país.

La fundación del PRD como partido político se da un año después de las elecciones de 1988.

Desde entonces el Partido de la Revolución Democrática ha sido partícipe de la vida política del país. Gran parte de las reformas político-electorales importantes se dieron a partir de la irrupción del PRD, siendo la reforma política de 1990 una de las más importantes, lo que contribuye a la ciudadanización del organismo que coordinara las elecciones, además de la creación del Tribunal Federal Electoral.

Tras institucionalizarse el PRD como un partido de izquierda formal, aglutinó fuerzas suficientes para ser una opción real ante el electorado, ya que previo existía una izquierda dispersa sin posibilidades reales de triunfo. Bajo el liderazgo de Cuauhtémoc Cárdenas el PRD volvió a contender en 1994 con avances significativos en la representación popular, sobre todo en el Congreso de la Unión.

Fue en el año 2000, cuando el Ing. Cárdenas vuelve a competir por la presidencia de la república, contribuyendo a la transición democrática del país. Sin embargo, el triunfo de Vicente Fox y la alternancia en el poder ejecutivo nacional no fue suficiente, a pesar de que el entonces Distrito Federal sería el primer bastión perredista.

Las condiciones electorales y sociales han cambiado desde aquellas elecciones en 1988. A casi 30 años de vida institucional, el PRD es una fuerza de izquierda con opciones reales de victoria en diferentes entidades y municipios del país.

Hoy los dirigentes del PRD han aprendido no sólo a cohabitar en el sistema de partidos, sino que también han abierto la puerta a ciudadanos para ser postulados en diferentes cargos de elección popular, así como han consolidado diferentes alianzas electorales con otros partidos para construir opciones de gobierno en beneficio de México.

Este año el PRD enfrenta su quinta elección presidencial, esta vez bajo la coalición por México al Frente, encabezada por Ricardo Anaya, sumado al Partido Acción Nacional y Movimiento Ciudadano. La principal característica de este frente opositor, es la búsqueda de una nueva forma de gobierno. Hoy la lucha del PRD es construir una nueva agenda política que garantice la gobernabilidad democrática de México a través de un gobierno de coalición que deje atrás el presidencialismo imperial, característico del sistema político mexicano.

Sin duda los aportes que haga el PRD en esta elección, servirán de fundamento a una nueva etapa de la vida institucional de nuestro país. Estamos ante la oportunidad de elegir un proyecto de nación que garantice la gobernabilidad basada en la atención a los grandes retos sociales de México. La democracia mexicana enfrenta una de sus mayores pruebas en este proceso electoral y el PRD asume su papel histórico de seguir siendo protagonista de los grandes cambios que los mexicanos demandan. Con inclusión y viendo al futuro con optimismo, el pueblo mexicano seguirá teniendo en el PRD una opción confiable, para lograr sus objetivos de democracia y justicia.