Nosotros somos la otra mitad

  • Xavier Gutiérrez
Lo que hará el próximo presidente de la república. La mitad hará él, la otra está en nuestro lado.

Me parece que se cometen algunos errores de apreciación sobre lo que pueden o no hacer los aspirantes presidenciales por el futuro del país. Pongamos el caso de Andrés Manuel López Obrador, que resulta el ejemplo más común.

Muchos de sus más aguerridos partidarios lo ven como un dios. Muchos de sus más acérrimos adversarios lo ven como el mismísimo diablo. Puntualizamos, muchos de unos y otros, no todos.

Y al juzgarlo así, los primeros llegan a pensar que podrá resolverlo todo desde el poder. Los otros, por el contrario, creen que no podrá hacer nada. Creo que uno y otros están mal. Y de igual modo quienes sin tomar partido descalifican al personaje.

Me parece que no se requiere gran sabiduría para ver las cosas con sentido común.

El ganador de la carrera presidencial, por más voluntad  y poder concentrado que tenga, acaso podrá atender con éxito la mitad de los problemas del país. Dicho esto con una enorme carga de optimismo.

Supongamos que esto se acepta. Ah, pero la otra mitad, le corresponde a usted. Sí, a usted, a mí,  a todos.

En un país como este, el poder presidencial ha venido a menos, a mucho menos. Los incompetentes y abusivos que lo  han tenido lo han empleado para desprestigiarlo. Medrando desde luego.

Llegó a ser una dictadura con guante de seda. Hoy sigue teniendo parches dictatoriales, pero el poder se ha fraccionado en otros espacios. Tienen fracciones los otros poderes, los gobernadores y los partidos. Y lo siguen usando de manera nefasta.

De modo que el futuro presidente, en el caso de AMLO que poníamos como ejemplo, tendrá en sus manos una oportunidad de oro para barrer de arriba hacia abajo y predicando con el ejemplo. Acciones en tal sentido, pragmáticas, concretas y espectaculares, le derivarían un refrendo popular extraordinario.

No requerirá gran ciencia. La pradera esta generosamente seca para acercarle un cerillo. Se va a encontrar multitud de cabos y puntas para llegar a negocios, abusos, latrocinios y complicidades. Y muchas huellas.  Y brotarán del estiércol los nombres de peces gordos para ser enviados a juicio.

Eso parecería algo lógico para un arranque de gobierno. El horno sí estará para bollos. Pero tendrá que hacerlo con la ley en la mano para que las acciones no huelan a sangre y espectáculo.

El público querrá sangre. Pero un gobernante responsable no tiene que ser un torero en el centro de la plaza.

Pero, al comenzar hipotéticamente un gobierno así, la otra mitad de los problemas estará ahí como todos los días. Porque esa porción no le compete a un presidente y su gabinete, sino al ciudadano común.

Seamos francos y veámonos en el espejo.

Una gran cantidad de quienes exigen que la ley se cumpla, que haya transparencia, justicia y respeto al derecho, no lo hacen en su vida diaria.

Lo vemos en la calle, con nuestros parientes, amigos y vecinos.

Es muy grande la porción de mexicanos que son demócratas, ciudadanos y modelos de civismo de dientes para fuera.

En la vida común y en el día a día de nuestro país, forman legiones quienes se pasan el semáforo en rojo, rebasan el límite de velocidad, evaden el pago de impuestos, no pagan lo justo a su personal, fabrican productos de mala calidad, venden artículos con peso incompleto, tratan pesimamente a los consumidores, no respetan filas o hileras en un trámite, gestionan concesiones o asignaciones  del poder y no participan en licitaciones.

Entregan obras de muy mala calidad, inflan los precios, lanzan al mercado o comercian con productos piratas, importan mil cosas de modo clandestino, corrompen todos los niveles de autoridad para hacer “negocios”, incumplen con horarios o trabajo de calidad en las oficinas públicas o en servicios educativos o médicos, alternan facturas, hurtan materiales y productos que compra el gobierno.

La lista es kilométrica y en esto no van solos,  generalmente hay una complicidad oficial.

Pero creo que tenemos muy claro que el presidente, quien quiera que resulte, esto no lo va a resolver. Y es la mitad del universo o un poco más. O muuucho más.

De manera que las exigencias o reclamos que uno escucha, los pronósticos interesados o sesgados que se sueltan aquí y allá, son expresiones que ignoran, ocultan o callan, la otra parte de la verdad de la problemática de este país. Y en esa parte, importantísima, estamos todos.

Lo sano al hablar del futuro presidente y el peso que tendrá en sus espaldas, es asumir la parte que nos corresponde a todos.

Si no se actúa así, nos quedamos en puro jarabe de pico…

MONTERO PONCE. La semana pasada el periodista Enrique Montero Ponce presentó su libro “La Aventura de Vivir”, donde resume muchos de los momentos imborrables en su vida y trayectoria periodística. Los narra de manera amena y con su personal sello periodístico, lo mismo del ámbito político que deportivo. El libro resume muchas décadas de una vida que está  por llegar a los 90 años. Enhorabuena, estimado Enrique!!!

xgt49@yahoo.com.mx

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Xavier Gutiérrez

Reportero y director de medios impresos, conductor en radio y televisión. Articulista, columnista, comentarista y caricaturista. Desempeñó cargos públicos en áreas de comunicación. Autor del libro “Ideas Para la Vida”. Conduce el programa “Te lo Digo Juan…Para que lo Escuches Pedro”.