El divorcio y los hijos

  • María José Zapata Moreno Valle
No tienen que perder la relación con los padres. Hermanos tienen derecho a permanecer juntos.

El divorcio es una situación que se da como resultante de los problemas derivados de un matrimonio insatisfactorio, el cual puede solucionar algunos problemas pero causar otros, principalmente en los hijos, si no se maneja de manera adecuada. De acuerdo con Mercado (2011), el divorcio implica una transformación en la familia nuclear original (padres e hijos), en donde para que este cambio sea viable, se requiere del ejercicio conjunto y la cooperación de ambos padres.

 

La separación es un proceso en el que se debe de tener como principal objetivo el llegar a acuerdos para seguir fungiendo como padres responsables e involucrados en todo lo relacionado con la crianza y el bienestar de los hijos. Es por esto que se deben de tomar en cuenta tres reglas muy importantes:

--1. Los hijos no se divorcian: A pesar de la separación de los padres, los hijos no tienen por qué perder la relación o dejar de ver a alguno de los progenitores. Es fundamental que éstos conserven el contacto tanto con su padre como su madre.

-- 2. NO se debe descalificar al otro padre/madre en frente de los hijos: Independientemente de los conflictos que se den entre cónyuges, hay que tomar en cuenta que los hijos tienen derecho a tener una imagen “limpia” tanto de su padre como de su madre, la cual se debe de formar a partir de los propios criterios y experiencias que el niño tenga con ellos y no a través de la opinión “contaminada” que alguno de sus padres pueda tener hacia su ex pareja.

-- 3. Los hermanos tienen derecho a permanecer y crecer juntos: los padres no deben de separarlos y tienen la obligación de propiciar el hecho de que convivan bajo el mismo techo. Solamente en la adolescencia es cuando los hijos podrán decidir por voluntad propia si quieren vivir separados de sus hermanos.

 

El divorcio es una situación en la que no sólo los padres la pasan mal, sino también los hijos, por lo que la decisión que tome la pareja debe de ser consciente con respecto a las repercusiones que ésta tendrá con los hijos, por lo que si éstos presencian discusiones constantes y riñas, tendrán mayores emociones negativas al respecto. Un factor crucial durante este proceso, es la forma en la cual se explica a los hijos la separación, dado que es de suma importancia que se les aclare que la decisión de separarse fue tomada por los padres y no debido a causa de algo que el niño haya hecho; además, es fundamental que se proporcione información apropiada a su edad y de forma conjunta cuando la decisión ya ha sido tomada.

 

De la misma forma, se debe tomar en cuenta que hay que hablar con los hijos sobre este tema, cuantas veces se requiera para acompañarlos en la asimilación de la situación, resolver sus dudas y miedos. Asimismo, no hay que olvidar comunicarles cuáles serán los cambios por los que pasará: con quién van a vivir, cuándo y cómo verán al otro padre; esto es con la finalidad de que vayan preparándose y asimilándolo desde un comienzo y no sea una transformación brusca.

 

Además, es pertinente considerar que hay algunos factores que pueden facilitar la adaptación del niño ante el divorcio, dentro de las cuales destacan: permitir que los hijos mantengan contacto con el resto de la familia por parte del otro padre (abuelos, primos, tíos),  mantener dentro de lo posible las mismas actividades que realizaba antes de la separación, la facilitación de la comunicación y relación con ambos progenitores, el favorecimiento de actitudes de respeto hacia el otro padre (evitar transmitir mensajes negativos de éste),

 

Por otra parte, así como hay actitudes que los padres pueden tomar para favorecer que los hijos se adapten de manera más eficaz ante esta situación, también hay otras que se deben de evitar, como lo es el hecho de utilizar el chantaje emocional para que los niños decidan vivir con alguno de los progenitores, así como intentar manipular a los hijos para generar algún perjuicio en la ex pareja. Otro aspecto considerable, es evitar prometer cosas que no serán capaces de cumplir, como el hecho de que volverán a estar juntos o que nada va a cambiar.

 

Finalmente, ante una separación es necesario que se motive a los hijos a hablar tanto de sus  pensamientos como sentimientos y no negar que ellos pueden tener emociones negativas al respecto como miedo o enojo. De la misma manera, es conveniente tomar en cuenta la opinión de los niños respecto a los hábitos y  actividades que les gustaría que mantengan; asimismo, es muy importante que ambos padres se encuentren presentes en la vida de los hijos, principalmente en acontecimientos importantes como cumpleaños, celebraciones, graduaciones, entre otras.

Referencia

 Laucirica, N, Villar, M, (2001), Guía para padres y madres en situación de separación y/o divorcio. Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz: España. 

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María José Zapata Moreno Valle

Licenciada en Psicología, Máster en Pedagogía y Educación Especial. 

Docente de primaria, forma parte del departamento de Inclusión en el Colegio Humboldt; se ha desempeñado como terapeuta infantil.