El pasado 19 de octubre, Facebook pegó un susto a todos los medios de comunicación tras anunciar que comenzaba un experimento que consiste en cambiar totalmente su muro de su red social.

El cambio más destacado era que el contenido creado por las páginas o fanpages, muchas de ellas de medios de comunicación, dejaría de aparecer en el timeline principal de los usuarios a menos que éstas pagasen por aparecer como publicidad. A cambio, este contenido iría a parar a una nueva pestaña, llamada Explorar.

El experimento se lleva a cabo en seis países que representan el 1 por ciento de la población mundial. Mark Zuckerberg ha decidido llevar a cabo esta prueba en Sri Lanka, Camboya, Guatemala, Bolivia, Serbia y Eslovaquia.

Algunas de las conclusiones que han comenzado a circular por parte de diversos periodistas avecindados en los países anteriormente mencionados es que el nuevo Timeline de Facebook es una maravilla para los usuarios y un verdadero desastre para los medios de comunicación.

¿Por qué una ruina? Simple. Facebook es la red social que más tráfico genera y la que proporciona más tiempo de permanencia en sus páginas. En nuestro país y de acuerdo con el último estudio del Instituto Reuters de la Universidad de Oxford, la principal res social que utilizamos para estar informados es Facebook.

Es decir, se ha convertido en la autopista principal por la que circulan todos los contenidos, hasta el punto que si una noticia no se comparte pierde casi todo su potencial de distribución. Parece ser que ahora Facebook quiere su comisión por parte de los medios de comunicación.

En Guatemala por ejemplo, diversos medios de comunicación que han probado esta nueva herramienta, confirman que perdieron el cien por ciento de las visitas que llegaban a esta red social y las visitas totales a su página de internet cayeron alrededor de un 66 por ciento de un día para otro.

¿Por qué una caída tan estrepitosa? Porque la información que aparece en el nuevo muro de Facebook es contenido plano, no aparecen videos, ni fotos, ni contenidos compartidos desde alguna fanpage. El mayor contenido que aparece es texto de tus amigos. Si quieres leer noticias debes irte a “otro muro”.

Y aquí dos grandes problemas para muchos medios de comunicación: han perdido el contacto con sus clientes y ahora hay mediadores que cobran por ellos; y aun haciendo el mejor contenido del mundo, si nadie lo ve, es como si no hicieran nada.

Así, los medios entregaron su poder a plataformas sociales que reunían a clientes potenciales con un éxito que ellos jamás hubieran soñado.

El futuro diseño de Facebook, de llegar a implantarse, obligaría a los medios a replantear su estrategia de contenidos y hasta de negocio.

El problema es grave porque cuando el modelo de negocio del medio de comunicación depende de otros, cualquier cambio que decidan estos otros, en este caso Facebook, puede acabar con el modelo y con el negocio.

¿Qué nos queda hacer a los medios? Pagar a Facebook o buscar otras plataformas que nos permitan distribuir los contenidos digitales sin tener que pasar por el “impuesto Zukerberg”.