La ciudad capital de Puebla tiene, a diferencia de otros municipios a nivel nacional que han alcanzado una mejor posición en estos últimos años, tradición, historia y a pesar de todo así como sus documentadas criticas, desarrollo de  infraestructura y servicios públicos si bien no son altamente satisfactorios existen como una base significativa que implica ante todo la posibilidad de poder superar con inversión adicional el mejoramiento y modernización de la infraestructura productiva.

La infraestructura recién construida en el municipio de Puebla es un caso, se ha concentrado en la movilidad de los poseedores de transporte privado y en zonas de conflicto vial, pero la mayoría de las colonias precarias y de clase media la obra pública ha sido casi inexistente. Las reacciones contra la exclusión son evidentes.

La movilidad de las personas, de los bienes y servicios al interior del municipio y entre los municipios es fundamental para el desarrollo económico. Es una oportunidad plausible, difícil de concretar en el corto plazo por los recortes presupuestales, una “sesuda” decisión seguramente sera aumentar impuestos o encontrar otras formas alternas de recaudación afectando aun más a los contribuyentes.

La perspectiva de convertir al municipio, en alguna ocasión en lugar central del conocimiento no se constituyó en una oportunidad real por carecerse de un objetivo integrador que permitiera la relación y vinculación empresas, gobierno e instituciones de educación superior (IES). La entrega de subsidios a las IES no sólo se debe hacer en función de sus necesidades (que son muchas) sino de proyectos plausibles relacionados con el desarrollo de la IES pero especialmente del municipio con sentido social.

Una oportunidad que se está dejando ir, y que forma parte de una perspectiva que el Siglo XXI está definiendo con mayor insistencia, es la conformación de regiones urbanas, de aglomeraciones integradas. Puebla lo vive desde hace más de 20 años. La sola idea de compartir gasto e inversión en obra pública en colaboración intermunicipal no ha sido  considerada como una política estratégica, se dice de ella más por el afán político que por la expectativa del desarrollo de las regiones, simplemente retorica y demagogia. La conformación de Consejos Regionales que trabajen conjuntamente en  líneas de apoyo a los municipios conurbanos será esencial para todos, especialmente para el municipio más importante, Puebla.

El municipio de Puebla no  ha logrado establecer líneas de coordinación entre prestadores de servicios, lugares de atracción turística, en el municipio y otros del estado, así como servicios de movilización, que permitan retener un mayor número de días a los turistas nacionales y extranjeros. Incluso debía de permitirse una movilidad de turismo entre municipios del estado de Puebla.

La perspectiva del municipio de Puebla está en su capital humano, las IES y el ser el último municipio hacia el sur con la mayor cantidad de población, un referente para dar una perspectiva de la importancia de Puebla, por su localización geográfica, a constituirse en centro de abasto al mayoreo hacia el sur, pero implicaría definitivamente ampliar la infraestructura no sólo vial, de transportes sino de acopio y distribución.

Las máximas amenazas que afectan al planteamiento económico del municipio de Puebla vienen de los factores y actores políticos.

A pesar de lo que se diga en el Plan de Desarrollo Municipal,  una amenaza principal está que al carecerse de objetivos concretos sobre el desarrollo económico e importancia del municipio capital sobre el resto del estado se plantean por los gobernantes políticas inmediatistas, de corto plazo con escasos resultados de bienestar en la población.

Puebla carece de  agentes económicos con alta sensibilidad en la inversión, la mayoría de los hombres de negocios  se amparan en el ejercicio del gasto estatal y muy pocos, escasos, se avienen en empresarios de alto riesgo en inversiones privadas. Esta es otra amenaza considerable para el municipio de Puebla. No hay inversionistas que se les anime a revitalizar el centro de la ciudad e integrarlo a la Puebla de la periferia, tanto de alta concentración del ingreso como la de los asentamientos precarios. Por ahora su prioridad es manifestar sus preferencias presidenciales con el gobernador Rafael Moreno Valle, para beneficios futuros, para hacer riqueza con recursos públicos.

La amenaza más seria en la perspectiva económica del municipio son los políticos aspirantes a la presidencia municipal. Los anotados desde ahora que desean gobernar la ciudad capital, en sus declaraciones públicas  no manifiestan propuestas estratégicas claras y precisas de lo que desean hacer con el municipio y para qué hacerlo. Predomina  un arribismo rapaz  que en la práctica denotan limitaciones y ausencia de virtudes públicas para el bienestar económico y social. Dice una máxima en la política, “quieres pero no debes”.

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