El proceso electoral para elegir al nuevo huésped de Casa Puebla, por un periodo de tan solo 20 meses, se inició el pasado lunes 23 de manera formal, con la salvedad que habrá dos organismos electorales reguladores, -INE y OPLE-, pero ningún juez. Resulta que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, -con mucho trabajo, sí, pero retribuidos con gigantescos salarios y premiados con enormes prestaciones-, han aplazado en repetidas ocasiones las fechas para la renovación de los miembros del Tribunal Electoral del Estado de Puebla.

A pesar de ello, arrancó la carrera que ha despertado muchas pasiones y enconos entre adversarios políticos de diferentes partidos, incluso de políticos del mismo corral, que de manera soterrada se dan de patadas bajo la mesa, pero cuando ven los reflectores mediáticos, simulan trabajo y unidad. Un pragmatismo falso.

Lo interesante del presente proceso electoral, al margen de la elección de los candidatos de diferentes partidos políticos que ya han sido cantados hasta el cansancio, está el registro por primera ocasión de las candidaturas ciudadanos, cuyos aspirantes tendrán que pasar por una serie de filtros para lograr sus propósitos, por aquello de los candados que los diputados panistas en el Congreso del Estado, pusieron a la llamada Ley anti bronco, que ya se discute en la Cámara de Senadores.

Aquellos valientes políticos que se atrevan a participar en el próximo proceso electoral como candidatos independientes, deben reunir un mínimo de 150 mil firmas del listado nominal, es decir, el 3 por ciento del padrón electoral poblano, que se contabiliza en un millón 500 mil electores.

Lo más cuestionado del asunto es que las personas que otorguen su apoyo a tal o cual aspirante, deben acudir ante las autoridades electorales para ratificar personalmente su adhesión. Cómo ve usted amable lector, está en chino, pero más que ellos, es una misión imposible. La esperanza de los suspirantes es que los ministros de la SCJN, modifiquen la Ley anti bronco.

Por el momento, la ex panista Ana Teresa Aranda Orozco ya anda en pre campaña con miras a participar como candidata independiente en el próximo proceso electoral. Triste y lamentablemente tiene pocas posibilidades. Hay que hacer un poco de memoria, La Doña nunca ha ganado una elección, pero aún así dice que con o sin reformas a la Ley Anti Bronco, ella seguirá su peregrinaje por toda la geografía poblana. ¡Suerte, señora...!

Y no dude también que el aún priista Enrique Doger Guerrero en caso de no recibir el apoyo de su partido el PRI y ser rechazado por Morena, -un as que tiene bajo la manga-, para contender para la mini gubernatura, podría ser el siguiente candidato independiente, pero con mayores posibilidades de triunfo. SALUCITA DE LA BUENA.

fomca_49@yahoo.com.mx