La unción de Andrés Manuel López Obrador como presidente de “su” Movimiento de Regeneración Nacional fue una reafirmación de estar frente a una fuerza política que cayó en lo que inicialmente le sirvió de discurso para criticar esa política clientelista, donde se fomentan los personajes “mesiánicos” y la distribución de poder entre sus allegados.

Escuchar su discurso desgastado, el de siempre, evoca un personaje que se aferra a una obsesión personal: Gobernar México.

El populismo está cada vez más distante de las preferencias electorales que se empeña en adoptar un político como AMLO que poco ha renovado su discurso; mismo que es redundante, contradictorio y de confrontación.

Flanqueado por Yeidckol Polevsky –su secretaría general-, Andrés Manuel por enésima vez, habló de lo mismo…seguir con la precampaña para llegar a la candidatura a la presidencia del país en el 2018, es decir, ahí no hay de otra, o es él, o él. El absolutismo y la intransigencia del disfraz político de este partido.

En tanto, en el Partido Acción Nacional realizaron su XVIII Asamblea Nacional Extraordinaria donde se vieron toditos; los del club de Toby, los renegados, los rebeldes y hasta los traidores.

Ricardo Anaya y toda la marabunta de delegados blanquiazules se lanzaron a priorizar la reforma de estatutos que delineará la estrategia de 24 meses para llegar altamente competitivos a los comicios de 2018.

Más allá de las rupturas y bajas pasiones que viven los panistas en su hoguera de las vanidades, el fin es único y muy claro: Recuperar Los Pinos a como dé lugar.

Y finalmente los priistas celebraron su Consejo Nacional Político donde acordaron que no permitirán la postulación de candidatos vinculados a la delincuencia organizada; pues la tendrán muy difícil, a ver si no se quedan sin candidatos, porque varios de sus militantes tienen oscuros antecedentes o ligas con algunos grupos del hampa. Además como para cerrar y bien, los priistas siguen poniéndole leña al fuego y le concedieron un asiento como consejera nacional a la actriz cómica Carmen Salinas. La pregunta que todos nos hacemos sigue en el aire: ¿Pues qué le deberán?

El 2015 fenece y con él sin duda los partidos políticos iniciaron los reacomodos y cabildeos que los conduzcan a iniciar sus estrategias electorales con miras a los dos próximos procesos electorales: 2016 y 2018, la meta es clara, pero no segura para ninguno de los tres.

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