Nuevamente la historia en Cabo Pulmo

  • Atilio Peralta Merino
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Las compañías Glorious Earth Group y Beijing Sansong International Trade Group, decidieron conformar un consorcio para explotar y llevar a cabo hasta su total consecución  un proyecto en Cabo Pulmo,  Baja California  Sur que  habría sido ya cancelado en las postrimerías de la administración encabezada por Felipe Calderón Hinojosa.

Pretensión que, al igual que lo que al efecto aconteciera con su  predecesora , habría topado con la imposibilidad d acreditar los extremos que  se exigen en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente y demás disposiciones sobre la materia  para solventar el carácter biológicamente autosustentable  del proyecto en cuestión.

A principios de marzo del 2012, se habría publicado   una nota,  en la que   se abordaron diversos aspectos del proyecto que precedió al que actualmente se discute y que me atrevo a reproducir en la presente ocasión , dado que, acaso, pudiera resultar esclarecedora  de las aristas que al respecto se ventilan en  los días que corren.

““La Paz puerto de ilusión, como una perla que el mar encierra así te llevo en mi corazón”, dice la letra de la canción emblemática de la ciudad capital del estado de Baja California Sur; en cuyas latitudes por lo demás, comenzaría la labor misionera de Fray  Eusebio Kino,  siguiendo los pasos de Junípero Serra proveniente  de Tepic en el  “Gran Nayar”,  formando   una intrincada red de misiones  que, con el paso del tiempo, culminarían en la colonización de la soleada California.

En el municipio de Todos Santos, ubicado a medio camino entre “La Paz” y “Los Cabos”, se erige  construido sobre un antiguo cementerio el mágico “Hotel California”, símbolo indiscutible más del imaginario popular norteamericano que del de nuestro país; lugar que no sólo fuera fuente de inspiración de un éxito musical de los años 70 de la banda “Eagles”, y de un relato de  Stephen King llevado al cine bajo la dirección de  Stanley Kubrick; sino que, mucho más allá de ello,  fue en su tiempo espacio de refugio para los perseguidos de la “Comisión McCarthy” y , años más tarde , fungió como refugio de asila para  los activistas contrarios a la Guerra de Vietnam perseguidos por el FBI tal y como lo relata Carlos Fuentes en relación con la actriz Jean Sibert en su novela “ Diana o la cazadora solitaria”.

En las inmediaciones de la ésta geografía, misma que asombrara  al mismísimo  conquistar Hernán Cortez, pretende desarrollarse el complejo turístico “punta arena” auspiciado por la mafia de Nevada, conformada  por  la conjunción de “cosa nostra” y de intereses criminógenos estrechamente entrelazados  al sionismo desde los lejanos días de Benjamín Siegel : “Bugsy”,  a quién en la cinta de Ford Coppola se le  alude con el nombre de “Moe Green”.

El Gobierno federal ha  autorizado la edificación de  un complejo turístico   en una de las zonas con menor disponibilidad de acuíferos en el país y que resulta por ende  carente de sustentabilidad  ecológico al demandar agua en cantidades descomunales; autorización que por lo demás se encuentra impugnada a la fecha ante el Tribunal  Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.

El Gobierno federal, por lo demás,  se manifiesta del todo incongruente, dada la campaña de guerra contra “el crimen organizado”  y que iniciara  a principios de la actual administración, al autorizar un desarrollo como el referido a grupos cuyas conexione mafiosas  resultan por demás  inveterada, la extranjería de sus integrantes y la comisión  en tierra extrañas de sus actividades en nada desvirtuarían la referida incongruencia, toda vez que México suscribió la Convención de la O.N.U. contra la Criminalidad Organizada Tasnacional, adoptada en la Ciudad de Palermo y contenida en la resolución 55/25 de la Asamblea General de la propia Organización de las Naciones Unidas del 15 de noviembre del año 2000.

 El Gobierno federal  descuida a su vez de manera supina la seguridad nacional del país , y peca de incongruencia e ingenuidad al haberse llamado a sorpresa por una parte  con las supuestas actividades de la Guardia Republicana Iraní en nuestro país en conexión con el Cartel de los “Z” y la supuesta conjura para introducir  clandestinamente a México al hijo de Muamar Gadaffi; mientras que, al unísono expide la autorización referida a un grupo de conocida vinculación con el Mossad,  por conducto de  testaferros,  manifiestamente vinculados  con el tristemente célebre asunto de Kave Mussavi, el agente de ventas de radares iraní  que se encargó de denunciar las coimas solicitadas por el entonces titular de la Secretario de Comunicaciones y Transportes Andrés Caso lombardo.

El Gobierno federal, a mayor abundamiento, nada a contracorriente  al autorizar la construcción de 27 mil cuartos en una región del país cuya ocupación hotelera  es  parcial;  obedeciendo con ello,  tanto a la lógica de los negocios inmobiliarios cuya utilidad estribó por décadas  en la especulación inmobiliaria  y  en el apalancamiento financiero, en un momento en que en el mundo entero ha reventado la inmensa burbuja financiera propiciada por tales políticas financieras hoy en claro descrédito, a grado tal de  que  quebró en España la compañía “Hansa Baja Investmens  S. de R.L.”, fisonomía trasatlántica del conglomerado ya referido de Nevada por incurrir en las referida prácticas ; y que,  por lo demás, obedece concomitantemente a la lógica de la economía  clásica contenida en la denominada Ley de  Chareles Guide: “la oferta crea su propia demanda”, aforismo derrotado por completo tanto por las disquisiciones de Lord Keynes y la escuela de la demanda así  como por la realidad indiscutible del colapso en curso de la economía neoclásica.

La hazaña de Cristóbal Colón al lanzarse al descubrimiento de América, o a su invención, según dijera don Edmundo O´Gorman; modificó a tal grado la impronta de valores imperantes que la insigne de la Casa Real de Madrid cambió su lema de “Non Plus Ultra” por el de “Plus Ultra”;  el nombre del cabo de “finis terrae” con el que es conocida  la población sita en la costa Atlántica española, habría perdido entonces  su cabal sentido, sin embargo, el propio Hernando Cortes al contemplar los paisajes de la Baja California y su riqueza biológica hoy en riego en virtud del complejo turístico proyectado para la región por la mafia  de Nevada, bautizó el arco de Cabo San Lucas , precisamente con el nombre de “Arco del Cabo de Finisterrae”; y algo habrá querido decir el extremeño  con el referido  gesto”

No cabe duda de que, como dijera don Martín Luis Guzmán: “los mismos climas propician siempre el nacimiento de las mismas plantas”

albertoperalta1963@gmail.com

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Atilio Peralta Merino

De formación jesuita, Abogado por la Escuela Libre de Derecho.

Compañero editorial de Pedro Angel Palou.
Colaborador cercano de José Ángel Conchello y Humberto Hernández Haddad y del constitucionalista Elisur Artega Nava