Caravana con Oscar ajeno

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“¡Viva México Cuarones!” Espontáneo en redes sociales al ganar

Alfonso Cuarón Oscar al mejor Director

Pensar que México ganó en la noche de los Oscares, ante los sendos premios cosechados por Lupita Nyong’o, Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki, es incongruente. Resulta que las películas en las que participaron, quienes invirtieron en ellas y creyeron en nuestros compatriotas no son mexicanos.

Asumir que tuvieron que salir de México para probar y compartir su arte ante nulas oportunidades locales de crecer, ayuda a enfocar de una mejor manera su carrera y nos recuerda lo mucho que tenemos que lograr como país para poder ofrecer oportunidades reales de trabajo y de mejora a nuestros compatriotas. Mientras éstas no existan, seguiremos expulsando migrantes, tan brillantes como para ganar el Oscar y tan trabajadores como para lograr el “sueño americano” en otra patria.

Sin embargo, sería también incongruente restarle méritos a la educación que recibieron en nuestra máxima casa de estudios, tanto Cuarón como Lubezki.

En su discurso de premiación, Alfonso Cuarón agradeció el apoyo de México y deseo “que el mismo apoyo que recibió, se de a otras películas que salen de allí con cineastas mexicanos, rodadas en México y con temas locales".

Alfonso Cuarón ganó dos estatuillas legendarias en la industria de la cinematografía. Primera vez que un latinoamericano gana el Oscar al mejor director y a la mejor edición. En la misma ceremonia Emmanuel Lubezki se llevó el Oscar por mejor cinematografía.

Ambos personajes dejaron claro que si bien el trabajo por el cual fueron condecorados no representa a la cultura mexicana, sí están orgullosos de ser mexicanos y pensarse como tales.

Emmanuel Lubezki, quien ha recibido seis nominaciones al Oscar refirió:

"Soy mexicano amo a mi País. Mi familia vive en México, en donde extraño mucho filmar y trabajar allá", además dedicó parte de su premio a “la gente mexicana que fue a ver Gravedad, a mis amigos y a mi familia”.

Alfonso Cuarón agradeció a los actores americanos, a sus colegas mexicanos (Lubezki, Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu) y de manera especial y en español a su madre: “gracias a ti mamá, si estoy aquí es por ti, esto es para ti, te amo”.

Cuarón acotó: "Pero también he dicho que si mi trabajo representa alguna diferencia en la industria del cine en México, sería feliz de escuchar algo así. Soy mexicano y sólo espero que haya suficiente atención a todas las expresiones de la cultura mexicana que están sucediendo ahora mismo en el País".

Ambos personajes fueron justos en su agradecimiento y en lo que significa México en su ser.

A diferencia de ellos, la actriz Lupita Nyong’o, mencionó que estaba orgullosa de sus raíces mexicanas y kenianas, pero afirmó que el Oscar le pertenece solo a ella. Es cierto, ella nació en México y sólo vivió el primer año de su vida en nuestro país. Su memoria de nuestra patria es inexistente y puede decir que el premio “sólo le pertenece a ella”. Pero entonces también su actitud se vuelve mezquina.

Lupita nació en México porque su padre estaba en nuestro país como un exiliado político, nuestra patria le dio cobijo, esperanza y la posibilidad de formar una familia. Tal vez, si tomara ese pequeño detalle en cuenta, entonces una pequeña parte del Oscar le pertenecería a un país que no mide por el color de la piel, ni la ideología de las personas. Tal vez, si ella entendiera la oportunidad de VIDA que significó México para su padre, entonces ella pensaría diferente.

Y no, no quiero hacer caravana con Oscar ajeno, pero aunque México no participó en las películas galardonadas, como mexicana me siento feliz y orgullosa del trabajo, dedicación y empeño que llevó a nuestros compatriotas a ir más allá de nuestras fronteras y demostrar su “orgullo de ser mexicanos”.

Pero la actitud de Lupita, recuerda que el no ser agradecida demuestra una falta de educación aún más grave que el hacer caravana con Oscar ajeno.

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