En el peor tiempo que enfrenta el país en materia de inseguridad, donde los acontecimientos en Michoacán, exhibieron las acciones erráticas del gobierno de Enrique Peña Nieto y de alguno que otro gobernante, cuyo toque farandulero lo imprime en el combate a la inseguridad; nos enteramos que el flamante asesor en materia de seguridad que ingresó a México como el rambo del siglo XXI, el mismito que cazó a Pablo Escobar Gaviria, justo ese que fue muy amigo del ex presidente Samper y casi compadre del Cártel de Cali, se nos va del país.

El pasado fin de semana, el rimbombante asesor, Oscar Naranjo fue tema en redes sociales, luego que el mandatario colombiano Juan Manuel Santos anunciara que se lo lleva para que le ayude a su reelección. Pues qué miedo para los colombianos, sobre todo por el historial del flamante general cuyos nexos con los narcotraficantes y expediente paramilitar le suma mucho, pero en su contra.

Y ante tal sospecha, creo que a los poblanos nos surge doble duda: ¿Cuánto le pagó el gobierno federal a tan exitoso asesor?.......¿Cuánto nos costó a los poblanos su “valiosa” ayuda para convertirnos en el refugio de zetas, templarios y lo que se acumule?.....Se va de México, pero….¿seguirá cobrando en Puebla?.

Tal parece que la sagacidad en materia de seguridad no se le da a nuestros gobernantes; uno ocupado con sus extravagantes reformas y otros dedicados a mirarse al espejo y enaltecer su ego.

¿Cuáles fueron los resultados del general Naranjo en México? Será que alguna vez nos hable de su experimento de “clonar” en nuestro país aquellas “estrategias” que llevaron a impulsar el brote de grupos de autodefensas, como ocurrió en Colombia?.

Quizá también nos cuente, si timó, pactó o abusó de la confianza de uno que otro gobernante que pagó en dólares, y obtuvo más y expedita inseguridad en su entidad.

Rebasado en todos los sentidos, el gobierno federal tiene claro su fracaso en materia de seguridad.

El caso Michoacán corre el riesgo de convertirse en un sello sexenal con la  sentencia, de ser una de las primeras derrotas ante el avance de la delincuencia organizada.

En Puebla pareciera que el panorama se intenta maquillar pero los hechos matan cualquier montaje.

En un fin de semana, balacera en plena avenida Juárez, asaltos, robos y lo que se acumule.

Y como diría la mítica frase del Chapulín colorado: Y ahora ¿quién podrá defendernos? Porque ya vimos que a “Facu” lo siguen sólo los malos.

El general Naranjo se nos va!!! Que suenen las golondrinas y se oigan los aplausos para tan peculiar personaje que nos deja un verdadero tiradero en materia de seguridad en México.

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