Violencias

  • Rocío García Olmedo
.

Cada 25 de noviembre desde 1999, desde que la ONU declara Día Internacional para la Eliminación de la Violencia en contra de las mujeres; reflexionamos en torno a las diversas situaciones de violencias en que viven muchas mujeres en México.

Los datos señalan que aún, 1 de cada 3 mujeres sufre violencias a lo largo del país y del estado de Puebla, lo que sin duda resulta reprobable. De ahí que vale la pena recordar que la violencia en contra de las mujeres es todo acto que tenga que ver con algún daño de sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, económica, amenazas, coacción o privación arbitraria de la libertad, entre otros (UNIFEM, 2002). Que la violencia en contra de las mujeres también es, una forma de discriminación que impide el goce de derechos y libertades en igualdad con el hombre, que menoscaba o anula el goce de derechos humanos y libertades fundamentales y se presenta tanto en los ámbitos privados como en los públicos.

Que fue en 1985 en Nairobi, cuando se dio un paso fundamental al considerar a la violencia en contra de las mujeres como una violación a derechos humanos; y que justamente han sido los Instrumentos internacionales los que dieron la pauta para que los países de mundo, miembros de la ONU, entre los cuales se encuentra México, reconocieran este grave problema social y de salud pública, introduciendo en las discusiones  el asunto de la violencia en contra de las mujeres; debatiendo, cuestionando e interpretando los mandatos de derechos humanos; lo que fue permitiendo, expedir normas de protección a las mujeres y que se instrumentaran políticas públicas.

Que todas las mujeres y las niñas deben conocer sus derechos  y exigir su aplicación. Que en México existe una Ley General que aplica para todos los Estados de la República de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia y que cada Estado cuenta con su propia Ley que deberá ser acorde a lo establecido en la Ley General.

Pero también que todos/as debemos saber que el derecho internacional es vinculatorio para el Estado Mexicano en este tema, fundamentalmente en los siguientes mandatos: La Convención sobre la Eliminación de todas las formas de discriminación contra la Mujer (CEDAW, 1981); lo establecido en la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las Mujeres (Belém Do Pará, 1996-1999); la Declaración y Programa de Acción de Viena principal documento adoptado por la Conferencia Mundial (1993); el Programa de Acción Regional para las Mujeres de América Latina y el Caribe (1995-2001)

Que es muy importante visualizar y reconocer que la violencia en cualquiera de sus formas en contra de las mujeres es una violación a los derechos humanos, de manera que es fundamental continuar incidiendo con acciones de política pública para la prevención, mediante campañas permanentes; pero también dirigidas a avanzar en una cultura de la denuncia; y actualmente avanzar en el acceso de las mujeres a la justicia y a un debido proceso.

Que no debemos olvidar que las generaciones futuras de niños y niñas que fueron testigos de abusos o que fueron víctimas, padecen daños psicológicos, aún más serios que los efectos físicos que se ejercieron en su contra; y que destruyen su amor propio e incrementan riesgos de sufrir problemas de salud mental, depresión, estrés post-traumático, suicidio, alcoholismo y drogadicción.

Que las violencias se derivan de prejuicios culturales que son, absolutamente todos, incompatibles con la dignidad humana; que no más violencia hacia las mujeres, significa poner fin a todas las formas silenciosas o no, que se presentan y que muchas veces son naturalizadas y que somos la sociedad en su conjunto, quienes podemos convertirnos en agentes de cambio, concientizándonos ante este flagelo, cambiando mentalidades y combatiéndola, para construir una sociedad que no admita violencias.

 Las nuevas generaciones serán sin duda un factor que permita inculcar el respeto y la igualdad entre hombres y mujeres como mecanismos para erradicar la violencia.

“Cambiar al mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía. ¡Sino justicia!”  Miguel de Cervantes Saavedra

Correo Electrónico: rociog@prodigy.net.mx

Tuiter: @rgolmedo

Facebook: Palabra de Mujer Atlixco

Opinion para Interiores: 

Anteriores

Rocío García Olmedo

Abogada, Notaria (BUAP) Maestra en Políticas Públicas y Género (FLACSO). Académica del ICJ. Regidora, Diputada local (2), Diputada Federal. Fundadora Asociación Mujeres Abogadas. Miembro de diversas organizaciones feministas.