Se pierde modelo critico y democrático en la BUAP

En una etapa histórica en que la nación busca vivir en una democracia perfectible y se convulsiona la sociedad con marchas y movimientos en la búsqueda de ser escuchados por los diferentes niveles gubernamentales, aunque parezca muy arriesgado debemos de auscultar como en los últimos años (1989-2013) los procesos para la elección de rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, han ido perdiendo su carácter académico democrático, para convertirse en un modelo de "dedazo". Ejemplo: Alfonso Esparza Ortiz llega a la rectoría de la máxima casa de estudios bajo la sombra de la imposición y su toma protesta se realiza de manera cuasi faraónica.

Con la venia de quien manda en Puebla y con el apoyo e impulso del aguerismo, -quiérase o no sigue presente al interior de la BUAP-, Alfonso Esparza Ortiz, primero integra un equipo fuerte, todos ellos con categoría de notables, establece un férreo control con los integrantes del Consejo Universitario y realiza pingues negociaciones con sus opositores, al grado de sacudirse de último momento, por las “buenas”, con quienes se atrevieron a registrarse como candidatos.

Después establece alianzas con el gobernador en turno, todo lo anterior, aderezado con una intensa campaña mediática para posicionar su imagen dentro de la comunidad universitaria. Durante el  interinato y con la fuerza y poder del cargo, Esparza Ortiz tuvo tiempo más que suficiente para hacer una tejido fino con la dirigencia sindical, catedrático, estudiantes y trabajadores  administrativos de todas las preparatorias, escuelas y facultades. La orden: Todos con Esparza, la indisciplina se castigará.

 Una vez aceitada toda la maquinaria universitaria, Esparza Ortiz resulta electo con la aclamación de las fuerzas vivas de la BUAP y finalmente el pasado 4 de octubre, muy de mañana, realiza una toma de posesión con tintes faraónicos, donde la comunidad en pleno asiste y legitima este proceso plutocrático.

Ahora, una vez más, la máxima casa de estudios de Puebla tendrá rey para los próximos cuatro años y no se moverá una hoja en los modernos espacios universitarios, sino es con la voluntad de su majestad Alfonso Esparza Ortiz.

La comunidad antes critica y combativa, será sometida bajo el pretexto de una educación superior de calidad, acreditada a muy altos costos presupuestales, y que sin necesidad de la intervención  del CIEES o COPAES, siempre debió tenerla. Ante todo esto, la duda salta, cuando nos enteramos que en la Facultad de Administración de Empresas Beatriz Pérez Sánchez y Miguel López Quitl, no cuentan con experiencia ni conocimientos suficientes para estar frente a grupo e impartir cátedra.

 Es así como desde el viernes pasado, Alfonso Esparza Ortiz, le fue ceñida en la testa la corona y entregado el cetro para conducir a la Benemérita y manejar alrededor de 4,500 millones de pesos anuales, que ojalá sean administrados honestamente para dar cumplimiento a las 10 grandes obras que anunció durante su toma de protesta y que forman parte de su plan de trabajo. SALUCITA DE LA BUENA.

fomca_49@yahoo.com.mx

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