Este domingo el Presidente Peña Nieto presentó ante el Congreso de la Unión la iniciativa de reforma hacendaria, la cual sería la segunda más importante que pretenda la actual administración, sólo después de la energética, dicha medida pretende eliminar algunos impuestos; sin embargo, también plantea el de elevar otros.
 
México en los últimos años ha podido sortear crisis económicas como la del 2008; no obstante, no ha sido capaz de lograr un crecimiento en la economía como lo han hecho países como los integrantes del BRIC (Brasil, Rusia, India y China), países en desarrollo lo cual se refleja en un constante crecimiento de su Producto Interno Bruto, cuando en nuestro país tenemos un PIB de apenas un 2%.
 
Con este panorama la administración peñista, ha elaborado una propuesta con la que pretenden que el PIB se incremente al 3% al final de su administración.
 
Con una población donde la mitad está considerada dentro de los parámetros de pobreza, con un bajo poder adquisitivo el incremento a IVA los pondría en una situación peor a la que se encuentran para poder cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación y transporte. Los mexicanos vemos como la inflación siempre rebasa al ingreso y sin oportunidad de poder acortar la distancia, es por eso que buscan otros medios para subsanar dicha carencia.
 
Esta propuesta entre otras cosas pretende incremento a algunos impuestos, pero no estrategias para ampliar la base recaudatoria, si tan sólo las grandes empresas pagaran lo que les corresponde, no habría por qué hacer que los pobres paguen más impuestos, que los "gasolinazos" se modificarán este año y los aumentos serán con base a la inflación mientras el costo se ve reflejado en el bolsillo de los mexicanos.
 
Algunas de las principales características de la reforma es hacer que el IVA se aplique de forma equitativa en todo el territorio nacional, ahora en la zona fronteriza el impuesto pasará del 11% al 16%; la nueva tasa tope del ISR será del 32%; el gobierno plantea acabar con el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) y con el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), impuesto que se creó para combatir el lavado de dinero. Y busca aplicar el llamado Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a combustibles y plaguicidas, así como a las bebidas azucaradas para combatir la obesidad.
 
Aún sigue en su revisión la reforma energética, cuando también tienen que analizar la propuesta del paquete económico, los legisladores tendrán difícil decisión, ya que dichas propuestas no son bien vistas por la mayoría de los mexicanos. En este periodo ordinario de sesiones Peña Nieto se está jugando gran parte de lo que podría pasar a la historia, si ser un presidente que marcó un cambio en el país o un uno que nunca pudo cabildear sus propuestas.
 
La oposición ha sido clara en cuanto a sus posturas por estas reformas, pero pareciera que la negociación por una reforma político-electoral, podría hacerles cambiar de opinión.