Reforma energética del presidente Peña Nieto
- Rigoberto Cordero y Bernal
La llegada de Francisco I. Madero a la presidencia de la República, iniciando la Revolución Mexicana en 1910 y su efímero periodo, la salida (autoexilio) del dictador Porfirio Díaz hacia Francia en el vapor "Ypiranga" y la traición a Madero que lo convirtió en el "Mártir de la Democracia", terminando con las acciones de la "Decena Trágica", imposición por la fuerza del general Victoriano Huerta adjetivado como "El Chacal", trajo un período de desconfianza en los dueños de las Compañías extranjeras que explotaban en grandes concesiones y libertades el petróleo en nuestro País.
Estas eran de origen y capital privado americano (es bueno aclarar que no eran del Gobierno americano, si no de capitalistas particulares de esa nación)"El Águila" o Mexican Eagle, y la “Sinclair Company”; con capital inglés “Méxican Petroleun” y la Holandesa “Mexican Fuel Company”.
La desconfianza, repito, entre los capitalistas extranjeros, contenida en los años iniciales del movimiento armado de 1910 a 1916, fue en aumento, originando la descapitalización de dichas empresas, la anulación de inversiones en nuevas instalaciones y la suspensión total de los trabajos de exploración y descubrimiento de nuevos yacimientos petroleros en el país, lo que hizo que aunada a la exportación masiva que se hizo hacia los Estados Unidos vía marítima a Nueva York, a Inglaterra vía puertos en Francia y a Holanda, vía Ámsterdam, la producción del crudo mexicano, sufriera una crisis severa y viera disminuido el flujo de su captación a niveles tan bajos y costosos que se previeron posibles cancelaciones de los contratos de exportación.
Con la revolución en cause, los principales conductos de transporte del crudo que eran el marítimo desde Tuxpan y Tampico de donde salían buques -tanques de bandera americana e inglesa y su transportación y arrastre vía carros de ferrocarril, por tierra, se vieron afectados y en casos nulificados, por las propias acciones revolucionarias y la desconfianza generada entre los inversionistas, los que recurrieron en forma personal, a plantear en 1916 al constituyente Venustiano Carranza, la forma de solucionar el problema que, ciertamente no era del gobierno de México, pero que si afectaba el desarrollo económico y por consecuencia la política internacional.
Carranza, al tanto del problema, ayudó a las compañías extranjeras, creando una COMISION TECNICA PETROLERA dependiente de la Secretaría de Obras Públicas, Colonización e Industria con una primera intención: la de controlar la explotación privada del petróleo y en un futuro establecerles un impuesto que le dieran ingresos a su gobierno, pero además estableció la condición de que, se cancelaran los contratos que, se habían firmado y autorizado durante el gobierno de Victoriano Huerta en su breve periodo , con la Alemania de la Europa Central, para proveerla del combustible necesario durante el desarrollo de la primera guerra mundial.
Las Cias. Explotadoras extranjeras, descubren e inician la extracción en los ricos campos petroleros denominados Potrero del Llano, Cerro Azul y El Tepetate. Al mismo tiempo, la recientemente creada Comisión Técnica Petrolera, presenta un detallado informe sobre la situación que guardaba el petróleo, en donde por primera vez recomienda que, “es necesario que México ASUMA LOS DERECHOS SOBRE EL SUB-SUELO”.
Las compañías de origen extranjero, accedieron y creyendo tener Carranza el poder de manejarlas a sus muy particulares planes políticos al futuro, previo al Congreso Constituyente en 1916 y que dio origen a la nueva Constitución Mexicana de 1917, ordenó incluir en el texto del Articulo 27 dedicado al Petróleo y su explotación futura lo siguiente : "...Corresponde a la Nación el dominio directo de todos (sic) los yacimientos minerales y orgánicos, los combustibles minerales sólidos, el petróleo y todos los carburos de hidrógenos sólidos, líquidos o gaseosos"; constituyendo la primera legislación que hacia detalle puntual de lo que en el futuro, sería considerado como el Patrimonio de todos los mexicanos.
Fiel a sus proyectos, dos meses después de proclamar la Constitución, en abril del propio año 1917 establece Venustiano Carranza, el PRIMER IMPUESTO AL PETROLEO, (mediante utilización de estampillas) con la aceptación de las Compañías petroleras extranjeras, quienes pese a los problemas de operatividad y transporte del crudo hacia los Estados Unidos y Europa, exportan en el propio año poco mas de 56 millones de barriles colocando a México, como el TERCER productor mundial. Se iniciaba un período de estabilidad y promisorio para las Cias. Exportadoras, en un campo de competencia internacional.
Con motivo de la Primera Guerra mundial, en 1921 se aumento la explotación del crudo, por la demanda externa y México se colocó como el SEGUNDO productor mundial con 193 millones de barriles extraídos anuales, que provenían en el 90 por ciento de la rica Región Huasteca, casi en su totalidad destinados a la exportación, sin refinar. El primer lugar mundial lo empezaron a ocupar los países Árabes y los de la región Irán e Irak, que iniciaron su explotación masiva.
Viejo zorro como era, Venustiano Carranza dejó en el texto de la Constitución del 17, la posibilidad abierta de una EXPROPIACION futura, lo que hizo que las Compañías Extranjeras maniobraron durante 1921 logrando que, el Poder Judicial le RECONOCIERAN sus "derechos adquiridos antes de 1917".
En 1925 crea Plutarco Elías Calles la primera empresa petrolera mexicana con participación estatal (capital netamente del gobierno mexicano) llamada “la ADMINISTRACION NACIONAL DEL PETROLEO”, pero al mismo tiempo, presionado por las concesionarias extranjeras, reinicia el otorgamiento de nuevas concesiones petroleras y "reconocía la PERPETUIDAD (¡) de las existentes”.
En una nueva etapa postrevolucionaria, un inmigrante judío-polaco Juan Polhenz en 1929 obtiene una concesión para buscar crudo en Mixcoac, Tacubaya y San Angel en la ciudad de México y en 1932 ya obtiene una producción de 33 millones de barriles.
En 1933 se establecer una nueva empresa de participación gubernamental llamada PETROLEOS MEXICANOS, S.A. usando este régimen de sociedad anónima por primera vez.
En 1936 se crea el SINDICADO DE TRABAJADORE S DEL PETROLEO DE LA REPUBLICA MEXICANA, A.C. y se inician los conflictos laborales y la solicitud de la firma de un contrato colectivo, que es rechazado inmediatamente por las concesionarias extranjeras.
El Sindicato petrolero, realiza el primer emplazamiento a HUELGA en 1937, lo que da origen a que, el 18 de marzo del 1938, sea promulgado el Decreto de Expropiación de los bienes de las Compañías Extranjeras que explotaban el crudo en nuestro País, en especial en la faja de la costa del Golfo de México, que años más tarde, seria conocida como “La Faja de Oro” y su punto central, el pueblo de Poza Rica (Veracruz).
Como he mencionado, el 28 de mayo de 1937, los trabajadores petroleros ya contando con un Sindicato que los representaba legalmente, emplazan a huelga, la que mediante chicanas legales de los demandados, es levantada después de 13 días. Los conflictos obrero-patronales se prolongan hasta diciembre del mismo año, en que nuevamente, son emplazadas a huelga y presentadas las peticiones obreras, firma de contrato colectivo único y demandas ,entre ellas, pago de salarios iguales a técnicos mexicanos, que el devengado por los extranjeros).
El viernes 18 de marzo de 1938 a las 19 horas, en el salón principal del Palacio Nacional, el presidente de México, general Lázaro Cárdenas del Rio, trasmite por medio de todas las estaciones radiofónicas (en cadena nacional) el anuncio de la EXPROPIACION de los bienes de las COMPAÑIAS PETROLERAS.
Previa a una junta con su gabinete, el presidente acompañado en el acto de la lectura del DECRETO EXPROPIATORIO por sus ministros general Manuel Ávila Camacho Secretario de la Defensa Nacional, general Gabriel Leyva Mancilla, señor Manuel Santillán y doctor Leonides Andrew Almazán, secretario de Salubridad, da a conocer al pueblo de México, su determinación, leyendo la exposición de motivos que tuvo el gobierno a su cargo, para llegar a tal DECISIÓN, agotadas todas las instancias legales de conciliación, con las compañías expropiadas.
Pocos mexicanos, nos hemos interesado en conocer, leer y analizar el Decreto que, expide el gobierno Federal a cargo del general, Lázaro Cárdenas del Rio, presidente constitucional, incluyendo como lo he mencionado la EXPOSICION DE MOTIVOS que fundamenta dicho decreto, que justo es reconocerlo, causo fuerte impacto no solo a nivel nacional, sino a niveles internacionales.
El documento dice: Al frente, el Escudo Nacional
LAZARO CÁRDENAS, PRESIDENTE CONSTITUCIONAL de los Estados Unidos Mexicanos, en uso de las facultades que al Ejecutivo Federal concede la Ley de Expropiación vigente, y
CONSIDERANDO. Que es del dominio público que las empresas petroleras que operan en el país y que fueron condenadas a implantar nuevas condiciones de trabajo por el Grupo Número 7 de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje el 18 de diciembre último, expresaron su negativa aceptar el laudo pronunciado, no obstante de haber sido reconocida su constitucionalidad por ejecutoria de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sin aducir como razones de dicha negativa otra que la supuesta incapacidad económica, lo que trajo como consecuencia necesaria, la aplicación de la fracción XXI del Artículo 123 de la Constitución General de la República en el sentido de que la autoridad respectiva declarara rotos los contratos de trabajo derivados del mencionado laudo.
CONSIDERANDO. Que este hecho trae como consecuencia inevitable la suspensión total de actividades de la industria petrolera y en tales condiciones es urgente que el Poder Público intervenga con medidas adecuadas para impedir que se produzcan grandes trastornos interiores que harían imposible la satisfacción de necesidades colectivas y el abastecimiento de artículos de consumo necesarios a todos los centros de población, debido a la consecuente paralización de los medios de transporte y de las industrias; así como para proteger a la defensa, conservación, desarrollo y aprovechamiento de la riqueza que contienen los yacimientos petrolíferos, y para adoptar las medidas tendientes a impedir la consumación de daños que pudieran causarse a las propiedades en perjuicio de la colectividad, circunstancias todas estas determinadas como suficientes para decretar la expropiación de los bienes destinados a la producción petrolera.
Por lo expuesto y con fundamento en el párrafo segundo de la fracción VI del artículo 27 Constitucional y en los artículos 1°.,fracciones V,VII y X,4,8,10 y 20 de la Ley de Expropiación del 23 de noviembre de 1936, he tenido a bien expedir el siguiente
D E C R E T O
Artículo I°. Se declaran expropiados por causa de utilidad pública y a favor de la Nación, la maquinaria, instalaciones, edificios, oleoductos ,refinerías, tanques de almacenamiento, vías de comunicación, carros tanque, estaciones de distribución, embarcaciones y todos los demás bienes muebles e inmuebles de propiedad de la Compañía Mexicana de Petróleo El Águila, S.A.,Compañía Naviera de San Cristóbal, S.A., Compañía Naviera San Ricardo, S.A., Huasteca Petroleum Company, Sinclair Pierce Oil Company, Mexican Sinclair Petroleum Company, Stamford y Compañía, S. en C. Penn Mex Fuel Company, Richmond Petroleum Company de México, California Standard Oil Company of México, Petrolera el AGGI, S.A., Compañía de Gas y Combustible Imperio, Consolidated Oil Company Of México, Compañía Mexicana de Vapores San Antonio, S.A.,Sabalo Transportation Company, Clarita S.A. y Cacalilao, S.A., en cuanto sean necesarios, a Juicio de la Secretaría de Economía Nacional para el descubrimiento, captación, conducción, almacenamiento, refinación y distribución de los productos de la industria petrolera.
Artículo 2°. La Secretaria de la Economía Nacional, con intervención de la Secretaría de Hacienda como administradora de los bienes materiales de la Nación, procederá a la inmediata ocupación de los bienes materia de la expropiación y a tramitar el expediente respectivo.
Artículo 3°. La Secretaria de Hacienda pagará la indemnización correspondiente a las Compañías expropiadas, de conformidad con lo que disponen los artículos 27 de la Constitución y 10 y 20 de la Ley de Expropiación, en efectivo y a un plazo que no excederá de 10 años. Los fondos para hacer el pago los tomará la propia Secretaría de Hacienda del tanto por ciento que se determinará posteriormente de la producción del petróleo y sus derivados, que provengan de los bienes expropiados y cuyo producto será depositado mientras se siguen los trámites legales, en la Tesorería de la Federación.
Artículo 4°. Notifíquese personalmente a los representantes de las Compañías expropiadas y publíquese en el “Diario Oficial” de la Federación.
Dado en el Palacio del Poder Ejecutivo de la Unión a los dieciocho días del mes de marzo de mil novecientos treinta y ocho.
Firman: Al centro. El Presidente de la Republica. Lázaro Cárdenas.
A la Izquierda. Cúmplase. El Secretario de Hacienda y Crédito Público. Lic. Eduardo Suárez.
A la derecha. Cúmplase. El Secretario de la Economía Nacional. Efraín Buenrostro.
Quiero tomar, de un actor importante y distinguido de la época, el Maestro Jesús Silva Herzog, la crónica del acto expropiatorio, pero lo más importante y desconocido por casi todas las nuevas generaciones de mexicanos, son los diversos actos que realizaron las compañías expropiadas en perjuicio de nuestro País.
Contrastando con el enojo, actos de desahogo y calumnias que recibimos, están los actos de alto valor patriótico, que realizaron nuestros obreros, empleados, técnicos y directivos mexicanos, para continuar con la explotación petrolera, en un momento sumamente difícil, sin mengua del prestigio y capacidad alcanzados y sin perjuicio alguno al pueblo consumidor del petróleo y sus derivados.
Menciona Silva Herzog: “....la expropiación se llevó a cabo un viernes. Las compañías expropiadas iniciaron un trabajo de desprestigio y calumnias contra nuestro País, sus agentes en Tampico hicieron correr la voz de que no había dinero para hacer el próximo pago de sueldos a los trabajadores. El día de pago a las 7 de la noche, llegó un avión fletado por la Secretaría de Hacienda con varios sacos de billetes. El pago solo se había retardado varias horas”.
“...Inmediatamente después –continua Silva Herzog- de la expropiación, los técnicos de las compañías expropiadas, abandonaron su trabajo y debo informar que todo el personal técnico de significación de mediano y alto nivel eran extranjeros. Para suplirlos, se nombraron a los segundos mandos, que aunque improvisados y asombrados, cumplieron con las tareas encomendadas”.
“Un ejemplo: El señor Federico Aznar que era chofer repartidor de petróleo en una pipa, fue designado superintendente de la Refinería de Atzcapozalco, dado que conocía su operación perfectamente porque además era el líder de los trabajadores petroleros de esa sección...Y así, los tenientes fueron ascendidos a coroneles y los capitanes ascendidos a generales...y de división y todos, todos, cumplieron con su deber...”
El rumor para causar pánico entre el pueblo, fue iniciado antes del acto expropiatorio, por las Compañías Extranjeras, diciendo que, a finales de febrero, México debería devaluar su moneda, lo que provocó una gran alarma y el saqueo de la Reserva Monetaria constituida por los ahorradores en el Banco de México. El U.S. Dólar en ese año, era cotizado al tipo de cambio de $3.60 pesos, moneda nacional, después de estar cotizado en el final del gobierno del Presidente Porfirio Díaz a la par, es decir $ 1.00 moneda nacional por un dólar americano, para pasar después de 26 años, a los $ 3.60 mencionados. (Devaluación en el periodo revolucionario de 1910 a 1936 del 260 por ciento.)
Los carros tanque, trasportadores del petróleo, que eran alquilados a empresas americanas, fueron retirados y ordenados que cruzaran la frontera. Igualmente los barcos (buques-tanque) que estaban en los puertos petroleros, recibieron igual orden, en prevención de que fueran confiscados.
A los 3 días de la expropiación, la situación era seria y muy delicada, no había transporte en que mover los productos ni las gasolinas.
¿Qué fue lo que paso? ¿Cómo reaccionaron los obreros y empleados mexicanos?
Con patriotismo, más que con medios, se recurrió a los ferrocarriles y en carros tanque, algunos viejos y reparados, se movió con celeridad, combustible para el occidente del País...y ¡no falto gasolinas ni hubo necesidad de paro de transportes ¡
“...Los problemas internos, fueron resueltos con más entusiasmo, fervor patrio y esperanza, que con medios económicos, sin embargo, el problema más grave fue el Exterior, porque las compañías expropiadas iniciaron una feroz campaña en contra de México, nos llenaron de injurias y en los periódicos de casi todo el mundo publicaban noticias pagadas por la Royal Ducht Shell y la Standar Oil Co. especialmente, informes desfavorables, diciendo que éramos un país de “bandidos, un país de ladrones y que el petróleo que estaríamos exportando ,era un petróleo robado, iniciando un boicot para que nadie comprara nuestro producto.
No obstante esta campaña, al poco tiempo empezamos a vender nuestro crudo a Italia y Alemania y una cantidad pequeña al Japón, contratos temporales, que fueron cancelados, al llegar la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Cárdenas y su gabinete, actuaron rápido y con inteligencia: compramos un viejo barco cubano con capacidad para 6 mil barriles al que se bautizó con el nombre de “Cuauhtémoc,” y además, un viejo barco mexicano que estaba en reparación en Mobile, Alabama, fue retornado a puerto mexicano después de un largo litigio y se bautizo con el nombre de “18 de Marzo”.
Con gran esfuerzo, el gobierno de Cárdenas, logro tener, en el período de 1938 a 1940, en operación,
4 buques-tanque, “El Cuauhtémoc”,” El 18 de Marzo”, “ El Cerro Azul” y “El Tampico”, estos últimos adquiridos a Noruega, con capacidad total de transporte de 36 mil barriles de petróleo crudo, surtidores a sus pocos clientes extranjeros, entre ellos con pequeños contratos de venta firmados con Brasil, Argentina, Uruguay y Guatemala, uno por 2 millones de barriles con Japón y uno, el primero después de la Expropiación, con una empresa americana la First National Oil Co.” la principal empresa que surtía gas-oil a la ciudad de Nueva York para calentar edificios(sic).
El esfuerzo del presidente Cárdenas, se vio compensado, cuando a menos de 3 meses de que salieron las compañías extranjeras del País, el 7 de junio de 1938, la empresa del Estado PEMEX (petróleos mexicanos ya denominada) concluye la primera perforación de un pozo, realizada por TRABAJADORES MEXICANOS en el campo del Estado de Veracruz denominado “El Plan” e inician su producción.
Termina la crónica de Silva Herzog...”, se fue normalizando poco a poco la situación del petróleo, quedando el más grande de todos los problemas... ¿--Cómo se iba a indemnizar a las Compañías expropiadas y cuál sería el monto que aceptarían finalmente, como liquidación de sus activos e inversiones expropiadas por el gobierno de nuestro país...?
“...a partir del 18 de marzo de 1938 el problema del pago de lo expropiado estuvo siempre en el tapete de las discusiones. Las Cias. Expropiadas, recurrieron a sus Gobiernos, en especial al de los Estados Unidos e Inglaterra, con el objeto de que, participaran como entidades afectadas, en lo que denunciaron como “un robo”. Juristas mexicanos, especializados en Derecho Constitucional e Internacional, defendieron la posición del presidente Cárdenas, ganando juicios con la demostración que, las Empresas Expropiadas, eran de propiedad PRIVADA y que legalmente, no eran entidades de los gobiernos reclamantes.
El gobierno de Roosevelt aceptó como ACTO LEGÍTIMO de México la expropiación de los bienes de las empresas petroleras, pero exigió a través de su Departamento de Estado que nuestro país, cumpliera con el pago de las indemnizaciones pronto y en forma equitativa.
Resulta un dato muy interesante, mencionar la PRODUCCION (extracción) del petróleo mexicano, que las Empresas Explotadoras, habían obtenido de los yacimientos, sin el pago de ningún impuesto especial y pagando sueldos a los empleados mexicanos, en pesos moneda nacional muy disminuidos de los que pagaban en dólares a sus operadores, técnicos e ingenieros extranjeros.
El mismo “cronista de la Expropiación”, el mencionado maestro y abogado Jesús Silva Herzog nos lo dice:
1. De 1901 a 1937, en 36 años se produjeron en los pozos mexicanos 1,866 millones de barriles. Los principales yacimientos explotados fueron de los pozos de la mencionada Faja de Oro: el Potrero del Llano, que produjo en 28 años, 117 millones de barriles, el Cerro Azul, que produjo en 21 años 89 millones de barriles y el Juan Casiano que produjo en 9 años 75 millones de barriles.
2. Por años, la producción fue:
1916: 40 millones de barriles anuales, 1921: 193 millones de barriles, 1932: 32 millones y el ultimo operado por las compañías extranjeras, en 1937: 37 millones de barriles. (Sumas acumulables en los periodos por años.)
Desde el Gobierno de Porfirio Díaz hasta el de Calles las Cias. Explotadoras del crudo mexicano, habían obtenido fabulosas y altas utilidades, por la venta y exportación a sus países de origen y siempre contando con dobles contabilidades para ocultarlas.
El principal puerto de embarque y salida del petróleo, Tampico en Tamaulipas, era una ciudad miserable, llena de pobreza, sin agua potable entubada, llena de cantinas y prostitución, donde pululaban mujeres de la vida galante y las enfermedades venéreas.
México, obtenía un miserable impuesto sobre la explotación, fiscalmente evadido
Volviendo al problema de la INDEMNIZACION a las Cias. Extranjeras Expropiadas, el primer obstáculo lo representaba, el AVALUO de las instalaciones y valoración de los terrenos, en que estaban asentado los pozos productivos.
El Lic. Eduardo Suárez secretario de Hacienda y el embajador entonces en Washington Castillo Nájera, iniciaron negociaciones en 1940 primeramente con la SINCLAIR Co, americana que ocupaba el tercer lugar en importancia e inversiones instaladas en nuestro suelo la que, después de agrias discusiones y pocos acuerdos favorable, aceptó una indemnización de U.S.8,500.000.00 DOLARES pagados en petróleo crudo, durante 5 años. Esto constituyó una primera victoria para México, e invito a las otras compañías reclamantes, a acelerar los trámites de la indemnización, y cesar la campaña de desprestigio y el Boicot declarado.
En 1942 se celebraron negociaciones entre los gobiernos de México y los Estados Unidos como intermediarios, para resolver el asunto del resto de las empresas americanas, la más fuerte, la Huasteca Petroleun Co, subsidiaria de la Standart Oil Co, de Nueva York y otras más pequeñas, llegando al acuerdo de pagar U.S. 25,500.000.00 DOLARES también con petróleo en un plazo determinado.
La que resulto muy difícil en su trato y acuerdo, fue la Cia. Inglesa “El Águila” subsidiaria de la Royal Dutch Shell, que se decía, era propiedad de la Corona británica. Dicha empresa, presiono (¿) al gobierno, en 1947 de Miguel Alemán Valdéz, quien tuvo que ceder ante sus pretensiones. El 29 de agosto del propio año, se consumó el arreglo (leonino para nuestro País) de pagar:
a) 81,250.000.00 u.s. dólares por sus bienes muebles e inmuebles.
b) 25,594.000.00 u.s. dólares por intereses insolutos (¿)
c) 23,496.000.00 u.s. dólares por intereses “caídos” del 18 de marzo de 1938 en que se haría el primer abono al 17 de septiembre de 1948, es decir 11 años de moratoria.
d) “El Águila,” hizo un gran negocio, recibió casi 81 millones de dólares.
e) Comenta nuestro “Cronista”... “ los negociadores mexicanos fueron...demasiado generosos con la Corona Británica. Creo que la historia será muy severa con ellos: ella dirá la última palabra “(sic).
A Miguel Alemán, el generoso presidente negociador, nunca se le borró la sonrisa. El rumor popular circulante en esos días, es de que “el negocito”...le dejó una muy buena lana, que gozó con sus socios los Parra Hernández.
Concluye el maestro Silva Herzog:“Sea lo que fuere, EL PETROLEO ES NUESTRO”
Bibliografía. Fuentes de Datos Principales:
1. Jesús Silva Herzog. Voz Viva de México. Edit. (1969) UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO. Dirección General de Difusión Cultural/Departamento de Grabaciones.
2. Jesús Silva Herzog. La Expropiación del Petróleo 1936-1938. Albún fotográfico editado por el Fondo de Cultura Económica (1981).Fotografías de Miguel V. Casasola.
3. Musacchio Humberto. Diccionario Enciclopédico de México. Ilustrado, Editor Andrés León. Año 1989. México, D.F.
4. Historia de las Devaluaciones en México. Gráfica. Casa de Cambio PUEBLA S.A. de C.V. 1994.
5. Internet. rigocorderob@yahoo.com
6. Internet. Politica-cultural.blogspot.com (Columna A Fuego Lento. Año de 2008)