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En Pixtiopan de Loreto, despiden y reciben año con cena sagrada
Los lujos en la cena de fin de año no existen en Pixtiopan de Loreto, ahí los habitantes no desembolsan dinero para la elaboración de los menús. En esta comunidad de Ixcaquixtla, ubicada en la Mixteca Baja del estado, se espera el nuevo año con la Cena Sagrada, una receta que data desde 1932, el ingrediente principal es el frijol que ellos mismos siembran.
“En esta población nadie se preocupa por planear que se va a preparar para la cena de despedida de año viejo y recibimiento del nuevo. A diferencia de muchas poblaciones y familias que destinan dinero para la compra de los ingredientes que se usarán en la preparación aquí no, la cena consiste en frijoles acompañados de chiles en rajas o en vinagre”, explicó Aldo Ojeda.
Señaló que la creencia inició con la llegada de la virgen al pueblo, primero se decidió que el festejo fuera el 8 de septiembre de 1931; después, los pobladores, se dieron cuenta que eran insuficientes los recursos económicos para ésta y la fiesta de fin de año, por consenso, determinaron que se hiciera el 31 de diciembre de 1932.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en la localidad hay 237 habitantes, a cinco minutos de distancia de la cabecera municipal.
El último día del mes de diciembre, las mujeres colocan tlecuiles, elaborados sobre el suelo o encima de una base metálica o de concreto, donde se coloca leña seca, sobre ella, las ollas o cazuelas, según el criterio de cada cocinero que cuece el frijol; otras personas pican los chiles en rajas acompañadas de cebollas o en vinagre, servidos en platos, sobre cada mesa.
El 31 de diciembre, hombres y mujeres dedicados en su mayoría a las actividades del campo, agradecen al Todopoderoso, por la cosecha de frijol y maíz, obtenida durante el mes de septiembre a noviembre, pero considerada la base de la alimentación de las familias de esta región.
Los pobladores, se reúnen en la calle, antes se sentaban sobre petates ahora los sustituyeron por mesas, donde no hay lujos, sólo las ollas con frijoles, las tortillas elaboradas por mujeres con sus prácticas manos que, divididas en grupos, preparan tacos sobre platos. Cada persona le coloca la cantidad de chile a su antojo, adicional al café caliente que se sirve a las familias reunidas. (SRR)