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La tradición de dejar un zapato a los Reyes Magos: historia y razón
Cada 5 de enero, millones de niños en México dejan un zapato cerca de la ventana, esperando que los Reyes Magos lo llenen de regalos y dulces. Esta tradición, que perdura a lo largo de los años, tiene varias versiones sobre su origen y significado. Sin embargo, todos coinciden en que es un acto cargado de ilusión y esperanza, especialmente en la víspera del Día de Reyes.
Uno de los relatos más populares sobre la tradición del zapato tiene que ver con la solidaridad. Se cuenta que, en tiempos antiguos, algunos niños, al ver que el Niño Jesús no tenía zapatos, decidieron regalarles los suyos. Los limpiaron con mucho cuidado y los dejaron a secar junto a la ventana. Al amanecer, los zapatos seguían ahí, pero los Reyes Magos, agradecidos por el gesto, les dejaron en su lugar juguetes y dulces. Así nació esta costumbre que se ha transmitido de generación en generación.
Otra creencia sostiene que el zapato permite a Melchor, Gaspar y Baltasar conocer la edad de los niños y, por lo tanto, elegir el regalo más adecuado para cada uno. Esta versión le da un toque mágico al ritual, pues al dejar el zapato, los niños no solo piden regalos, sino que confían en que los Reyes Magos comprenderán sus deseos y los cumplirán de la mejor manera.
Aunque hoy en día es común enviar cartas electrónicas o usar aplicaciones para solicitar los regalos, la tradición de dejar un zapato sigue viva, especialmente en hogares donde se procura mantener vivas las costumbres. Incluso las autoridades han impulsado esta práctica, fomentando que en lugar de globos, se utilicen cartas o dibujos sobre especies mexicanas, como el jaguar o el lobo gris, que acompañan a los Reyes en su viaje.
A la par de esta tradición, algunos hogares también dejan alimento para los camellos de los Reyes Magos, quienes deben recorrer largos caminos para entregar sus obsequios. Pan, zanahorias o pasto son algunos de los alimentos que se pueden dejar, junto con agua fresca, para que los animales puedan descansar y recuperarse después de su arduo viaje.
En cuanto a la fecha exacta, el zapato debe ser dejado entre la noche del 5 y la madrugada del 6 de enero. Aunque algunos niños ansían recibir sus regalos lo antes posible, se recomienda dormir temprano para que los Reyes puedan hacer su recorrido sin interrupciones. En este día mágico, el sueño y la tradición se mezclan para que la magia de los Reyes Magos siga iluminando los hogares mexicanos.
De esta manera, cada 6 de enero, tanto niños como adultos viven la ilusión de la llegada de los Reyes Magos, una tradición que, más allá de los regalos, representa la solidaridad, la esperanza y la continuidad de una costumbre entrañable. (LV)