- Cultura
Finaliza la restauración de los Fuertes de Loreto y Guadalupe
En Puebla, los emblemáticos Fuertes de Loreto y de Guadalupe fueron restaurados con el fin de preservar su valor histórico y cultural. La culminación de estos trabajos coincide con el 37° aniversario de la inscripción del Centro Histórico de la ciudad en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, reconociendo la importancia de estos monumentos para el país y el mundo. Esta restauración ha contado con una inversión superior a los 15 millones de pesos y ha sido realizada de manera conjunta por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y el Gobierno de Puebla.
Las obras, que comenzaron en septiembre de 2024, se centraron en dos grandes proyectos: la conservación del Museo de la No Intervención, ubicado en el Fuerte de Loreto, y el Museo Fuerte de Guadalupe. En Loreto, los trabajos incluyeron la impermeabilización y la pintura de las murallas, el foso y el baluarte, además de la conservación preventiva de la portada de la capilla. Por su parte, en el Fuerte de Guadalupe, se realizó la sustitución total de la techumbre debido a problemas estructurales.
El director del Centro INAH Puebla, Manuel Villarruel Vázquez, destacó que estas intervenciones han permitido mantener la seguridad estructural de los fuertes, que son testigos de momentos clave en la historia de México, como la Batalla del 5 de Mayo de 1862. La restauración no solo garantiza la preservación física de estos lugares, sino que también facilita su accesibilidad para los visitantes.
El Cerro de los Fuertes, además de albergar estos dos museos, es un sitio relevante para el turismo, ya que también es sede del Museo Regional de Puebla y otros espacios culturales como los museos de la Evolución y el Interactivo del 5 de Mayo. Este circuito cultural se enriquece ahora con una restauración integral que asegura su relevancia para las futuras generaciones.
El Fuerte de Loreto y el Fuerte de Guadalupe fueron escenarios clave en la defensa de Puebla durante la intervención francesa, y su restauración les ha permitido seguir siendo espacios vivos de memoria histórica. Al visitarlos, los turistas no solo conocen la historia de estas fortalezas, sino que también rinden homenaje a los “valientes hijos de México” que lucharon por la libertad del país. (LV)