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Piñatería, tradición que sigue viva en Atlixco

  • Joselyn Meneses
La temporada decembrina sigue siendo la más importante para la venta de piñatas, debido a que son un elemento importante para las posadas
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En el mercado Benito Juárez, en el municipio de Atlixco, se encuentra Cinthya Susana Hernández Flores, una mujer que ha dedicado más de 28 años de su vida a la piñatería, una tradición mexicana que combina artecreatividad y simbolismo.

A la edad de 10 años, Cinthya aprendió a elaborar piñatas con la ayuda de su madre y hermano. Juntos comenzaron el negocio familiar. Hoy en día, su puesto se distingue por ofrecer piñatas durante todo el año, adaptándose a las tendencias modernas para satisfacer los gustos de sus clientes.

En sus inicios, las piñatas eran elaboradas con ollas de barro y decoradas con papel china de colores brillantes. Sin embargo, Cinthya cuenta que hace tres años dejó de producir estas piezas tradicionales debido a la baja demanda. Ahora utiliza cartón, un material más económico y ligero, que se ha convertido en la opción preferida de sus clientes.

“Elaborar piñatas de barro era una tradición muy bonita, pero la gente ya no las busca tanto. Prefieren las de cartón porque son más económicas y prácticas”, explicó Cinthya en entrevista.

 

 

La temporada decembrina sigue siendo la más importante para la venta de piñatas, ya que las posadas requieren este elemento fundamental. Durante diciembre, Cinthya vende alrededor de 500 piñatas, aunque recuerda que en años anteriores sus ventas alcanzaban entre 800 y mil piezas. También el mes de abril, por el Día del Niño, representa un periodo de alta demanda.

Actualmente, el precio de las piñatas varía según el tamaño y diseño, oscilando entre los 25 y los 200 pesos. En el mercado Benito Juárez, Cinthya comparte su labor con otros 12 piñateros, quienes también mantienen viva esta tradición.

Las piñatas tienen un profundo simbolismo: cada uno de sus siete conos representa un pecado capital, y romperla con los ojos vendados simboliza la fe ciega y la virtud para vencer las tentaciones. Este significado religioso, que data de siglos atrás, sigue siendo parte fundamental de la cultura mexicana.

A pesar de los retos que enfrenta, como la pérdida de tradiciones y la creciente competencia, Cinthya sigue creando piñatas con dedicación y amor, preservando una artesanía que es sinónimo de alegría y unidad en las fiestas mexicanas.

“Mientras haya niños que quieran romper una piñata, nosotros seguiremos aquí”, concluyó Cinthya y al mismo tiempo hizo la invitación para visitarla en el mercado Benito Juárez. (APP)

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