La producción agrícola de Bolivia enfrenta serios riesgos de pérdida de 800 mil toneladas de grano de soya, lo que equivale a una extensión de más de 400 mil hectáreas de cosecha, debido a la falta de diésel, los bloqueos de carreteras y la persistente sequía, advirtió hoy martes la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo).

Esta situación representa una amenaza directa para la estabilidad económica del sector agroindustrial, ya que "estamos hablando que está en riesgo cerca de 400 millones de dólares en producción", advirtió el gerente general de Anapo, Jaime Hernández, al portal de noticias en internet "Unitel".

Señaló que estas condiciones también ponen en duda la viabilidad de la campaña del ciclo agrícola de verano, que incluye la siembra de maíz y sorgo.

A esto se suma la crisis logística sin precedentes a causa de los ya nueve días de bloqueos carreteros interdepartamentales, protagonizados por militantes leales al expresidente Evo Morales (2006-2019), especialmente de los caminos que conectan a Cochabamba (centro) con otras regiones productivas.

Ante esto, la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) reconoció que la distribución de diésel y gasolina ha sido gravemente afectada y los efectos ya son palpables en el sector agrícola y en los mercados, debido a la especulación con los alimentos de primera necesidad.

"Sin diésel está en riesgo no solo la producción de este año, sino la del año que viene", sostuvo Hernández, al tiempo que evidenció la creciente preocupación de los productores por no tener garantizado el suministro de diésel para comenzar la siembra en las primeras lluvias de noviembre.

El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), José Luis Farah, expresó recientemente su preocupación por el futuro inmediato del agro boliviano, ya que la campaña de verano 2024-2025, que abarca 1.5 millones de hectáreas de soya, maíz y sorgo, podría verse seriamente afectada si el Gobierno no asegura el abastecimiento de diésel.

Subrayó que el diésel es "crucial" ya que, aunque las lluvias recientes han creado condiciones propicias para la siembra, sin el combustible necesario para operar la maquinaria agrícola, todo ese potencial se perderá. (MCJ)