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Inbound marketing: todo lo que debes saber para aprovechar al máximo esta estrategia

  • Redacción e-consulta
Este modo de hacer marketing intenta atraer clientes a través de métodos participativos y consensuados
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Nadie pone ya en duda que el marketing digital es una fórmula que tienen que poner en marcha compañías y emprendedores para ganar visibilidad y atraer clientes a sus proyectos de negocio. Este marketing online se basa en técnicas como el posicionamiento web, el email marketing o el aprovechamiento de las redes sociales, entre otras.

Y en todo este escenario solo hay una certeza clara, el trabajo y los esfuerzos dedicados al marketing digital solo funcionan si el cliente potencial se siente atraído por el servicio o el producto que se le ofrece. Para ello es vital generar un contenido de valor, que sea diferencial y que haga partícipe a esos consumidores de que forma parte de ese entramado.

En todo esto es en lo que se centra el Inbound marketing. Este modo de hacer marketing, a diferencia de prácticas más comunes y tradicionales que abordan a los clientes de manera intrusiva y muy acelerado, intenta atraerlos a través de métodos más participativos y consensuados. Con el Inbound marketing los clientes acaban encontrando a las marcas de manera más fácil, ya que previamente les ha llegado un contenido valioso y de interés.

¿Cómo funciona el Inbound marketing?

Esta manera de hacer promoción y llegar a los clientes utiliza otras técnicas propias del marketing de contenidos, como el email marketing, las redes sociales o el SEO, asuntos de los que puedes conocer más en mktnoticias.com, un portal que ofrece información y novedades de última hora sobre marketing digital. El Inbound marketing, además, echa mano de herramientas avanzadas de automatización y analítica web. De todos

Sin embargo, su valor diferencial está en el modo de gestionar esas herramientas, ya que con el Inbound marketing el cliente es el que está en el foco del proceso. Esta metodología distingue entre cuatro grandes etapas: atraer, convertir, cerrar y deleitar. Aunque también hay quien distingue únicamente tres: atracción, interacción y deleite.

En cualquier caso, el objetivo final es contactar con usuarios desde el inicio del proceso de compra o conversión y acompañarles hasta la transacción final, que debe ir acompañada de un intento de fidelización. Por supuesto, todo este camino ha de ser amigable, voluntario y sin presiones. Si el cliente acaba conociendo a la marca: suscribiéndose a la newsletter, participando en sus redes o adquiriendo productos y servicios, el Inbound estará bien hecho.

Las etapas del Inbound marketing

Además de cuatro etapas o fases, en esta metodología para hacer marketing online existen también varias denominaciones de los suscriptores o clientes. En una primera fase, antes de la atracción, los usuarios son desconocidos. A continuación, pasan a ser visitantes y de ahí se convierten en leads (prospectos).

Los leads son usuarios que ya han contactado con la marca y han interaccionado, han mostrado cierto interés. Un paso más en esta evolución es que ya pasen a ser clientes. El escenario final es que evolucionen de clientes a promotores, es decir, embajadores de la marca.

El éxito del Inbound es lograr que el marketing no lo haga solo la propia empresa, sino que recaiga también en los clientes. Así, con su satisfacción por obtener productos y servicios que verdaderamente desean, animan a otros usuarios a convertirse en clientes de esta firma.

Atracción, Interacción y Deleite

En esta filosofía de hacer marketing es importantísimo dominar estrategias como la creación de contenido en redes sociales, el email marketing o el SEO. Todas ellas participan en cada etapa del Inbound marketing.

Así, en la fase de atracción es esencial crear una infraestructura digital óptima, con webs que sean agradables para los usuarios, con amplia velocidad de carga y un aspecto visual atractivo. De ahí se pasa a un plan de contenidos dirigido a atraer a los buyer persona, para captar su atención.

Una vez se ha logrado atraer a los usuarios toca convertirlos en prospectos, contactos o leads. Aquí entran en juego herramientas o recursos de conversión como los formularios de suscripción, los contenidos descargables o las promociones especiales.

Se trata de una fase intermedia que tiene como propósito acelerar la conversión de esos contactos en clientes, donde ya sí aparecen técnicas de deleite que implican que la relación no se completa con la compra, sino que llega hasta la retención de esos consumidores para convertirlos en embajadores o promotores.

Al final, el Inbound marketing busca aumentar el número de clientes, pero lo hace con una meta clara, la de amplificar la imagen y reputación de la marca ofreciendo experiencias diferenciales a esos clientes, de modo que el proceso de amplificación de esa marca sea mucho más alto. (PSR)

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